Aunque no lo crea, el agua percibe lo bueno y lo malo de los humanos. Así lo confirma la investigación que durante más de 20 años adelantó el pensador japonés Masaru Emoto, quien logró demostrar su teoría desde hace 14 años y es hoy uno de los especialistas del agua en el mundo.
Sus hallazgos sobre los mensajes ocultos del agua le permitieron comprobar que el agua, al igual que la naturaleza en general, responde de manera diferente ante las vibraciones positivas y las negativas.
Gracias al uso de un analizador de resonancia magnética confirmó que el agua puede sostener y llevar información. Después de muchos ensayos y errores en su laboratorio en Tokio, pudo fotografiar el cristal del agua.
Desde entonces se han sacado alrededor de 10.000 fotografías de diferentes cristales que responden según el estímulo que hayan recibido.
Según explicó el investigador que estuvo de visita la semana pasada en Medellín y Bogotá, gracias a Profile PR, cuando el agua recibe vibraciones en armonía, positivas, sus moléculas se cristalizan en forma hexagonal.
Al contrario, cuando la vibración es negativa y no armónica, el resultado es deforme.
Los experimentos de Masaru Emoto son incontables y abarcan temas como la calidad del agua, el efecto de las palabras positivas y negativas, la influencia de la música, cartas, textos y el poder de la oración.
"Los resultados mostraron que estas acciones afectan la realidad física", señaló Emoto. Explicó que todo lo que decimos tiene un efecto y de ahí la importancia de evitar pensamientos y expresiones agresivas.
Consciente de que el agua es uno de los temas más vigentes en el ámbito mundial, su cuidado, uso y reglamentación "debemos trabajar en su forma física. Si podemos transmitir vibraciones positivas habrá más posibilidades de utilizar el agua en diferentes formas. Es como un método de sanación del agua", que garantizará su permanencia en la Tierra.
Este investigador sexagenario insistió en que su trabajo no es un descubrimiento científico sino un hallazgo fruto del estudio. "Remontando la historia del ser humano, hay muchas cosas que no se han estudiado. Si estudiáramos bien descubriríamos la verdad de la historia. Hay que hacerlo, reconocer los errores del pasado y buscar el camino. De no hacerlo seremos la segunda Atlantis, ese continente que se sumergió en el océano".
Insistió en que el agua, que es indispensable para nuestra vida, nunca ha sido objeto de un estudio científico. "En ese sentido estamos muy atrasados".
Hace 10 años Emoto publicó su primer libro, creó la Fundación Masaru Emoto y desde hace ocho años se dedicó a llevar su mensaje por el mundo.
Hace dos años, cuando estuvo por primera vez en Colombia, concretamente en Bogotá, se reunió con el Presidente Álvaro Uribe Vélez y recibió muestras de los principales ríos del país.
La semana pasada, durante su corta gira, presentó por primera vez los cristales de estos ríos, entre ellos el de Cali, Medellín y el Amazonas. El estudio permite ver los hermosos cristales que forman estas corrientes hídricas cerca de sus nacimientos, al igual que las formaciones deformes de las moléculas que se aprecian una vez que los ríos pasan por los centros urbanos. (Ver fotos).
Emoto insiste en que no hay un mejor o peor lugar para enviar mensajes positivos al agua. "En cualquier lugar donde esté una persona se puede trabajar con el agua", anota.
"Estoy convencido de que las vibraciones positivas pueden regenerar aguas contaminadas. Generando energías positivas podemos trabajar para el renacimiento del agua".
Así mismo, el investigador japonés aprovechó para destacar el gran potencial que tiene Colombia para convertirse en líder mundial sobre el tema del agua. "Colombia es uno de los países más beneficiados en el tema hídrico y si se lo propone, puede convertirse en la Utopía del Agua. Las posibilidades son muchas, ya que la gente está consciente de la importancia del agua y de los recursos".
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