Familia que rueda unida, crece unida. Así seguramente lo piensan en Colmotores. Y por eso en días recientes esta filial de General Motors en Colombia presentó un nuevo integrante del segmento Aveo. Se trata, precisamente del Aveo Family.
Con este vehículo, de acuerdo con la estrategia planteada desde la marca, se piensa entrar en un nicho de mercado que estaba un poco virgen para la firma del corbatín. Aquellas personas que luego de tener su primer carro, un Spark, querían migrar hacia un modelo de mayores especificaciones, pero no contaban con el dinero suficiente para entrar al Aveo 1.600 centímetros.
Ese era un mercado que desde hace poco menos de un año, por ejemplo, ataca ya Renault con su Logan Entry, y en el que Chevrolet se encontraba en desventaja.
El menor de la casa
Ahora el Family entra a suplir esa deficiencia. El esquema se basa en ofrecer a ese potencial usuario, un vehículo que tiene las características básicas del Aveo tradicional: un amplio espacio interior, el baúl también generoso, y un desempeño confiable.
La diferencia con su hermano mayor radica en su configuración motriz. En lugar de los 1.600 centímetros cúbicos y 16 válvulas, el nuevo integrante ofrece una planta motriz de 4 cilindros en posición transversal con 1.500 centímetros cúbicos de desplazamiento y 8 válvulas.
Además tiene también algunas diferencias interiores.
Por ejemplo en su tablero no se hace presente el reloj del tacómetro que da cuenta de las vueltas del motor. Tampoco cuenta con bloqueo central y sus vidrios no son eléctricos. De igual manera carece de bolsas de aire.
En su apariencia es similar al Aveo 1.6, con la excepción de su conjunto óptico delantero que en esta versión no muestra integradas las unidades principales de las luces intermitentes. Aquí se ven separadas. También las copas son diferentes. Por lo demás sería imposible diferenciar uno del otro, siempre y cuando no se fije en la identificación que aparece en el baúl.
Y aunque de fábrica el vehículo no viene con el radio, en el caso de la red Chevrolet en Medellín (Andar, Autolarte y Ayurá Motor) entregan el automotor con este elemento, que hoy es tan importante y pesa mucho en la decisión de compra.
Probado y comprobado
La arquitectura motriz, su mayor diferencia, produce en algunos temores. Pero se trata de un motor ya probado.
En Colombia, por ejemplo, los modelos de Daewoo Racer y Cielo montaban esta solución.
Una vez en marcha el Family no desentona en su comportamiento frente a los otros miembros de su dinastía. EL COLOMBIANO lo probó esta semana por los ascensos exigentes del sector de El Poblado, y también ascendió hasta el oriente cercano.
Es un motor que permite llevarlo a altos regímenes. De hecho para atacar ascensos tan pronunciados como Los Balsos, por ejemplo, debe llevarse a lo que sería la parte alta de sus vueltas de motor. Obviamente el nivel de ruido se siente con mayor fuerza en estos tramos.
El comportamiento de sus suspensiones sin ser un defecto, podría ser un poco más firme. Pero aún así permite que la marcha y la sensación del desplazamiento que se transmite al interior de la cabina sea bastante agradable y cómoda. Es un punto que se puede revisar pero que no significa una deficiencia grave en el andar general del vehículo sobre el pavimento.
Ofrece una frenada justa, con una distancia prudente, para lo que monta discos adelante y tambor atrás.
Se trata de un vehículo que ubicado en el rango de los productos económicos que dejan un buen sabor para quien comienza su ascenso en la escala automotriz.
Pico y Placa Medellín
viernes
3 y 4
3 y 4