Para llegar a la vereda Nazareth hay que coger una trocha de paisajes hermosos del Oriente antioqueño. Y después de 45 minutos de árboles, mangas y pantanos, se llega a la finca de José Escobar Bedoya.
Desde hace 30 años, cuando comenzó a trabajar de verdad, heredando la tradición de su papá, siempre ha cultivado café, en un lugar poco habitual para ello: El Retiro.
"Yo cultivo café porque mi papá lo hacía y aunque esta región no es muy cafetera, estamos haciendo un excelente café", dijo José mientras le entregaba el balde lleno de café a su nieto.
Pero desde hace seis años, caficultores de las veredas Nazareth y Los Medios, se unieron para conformar una cooperativa que les diera mejores resultados de productividad.
De esa forma conformaron la comunidad cafetera de El Retiro, un proyecto que desde hace dos años viene produciendo café orgánico que ya ha ganado el premio la Taza Dorada, que otorga la Federación Nacional de Cafeteros.
"Para hacer un buen café es fundamental la buena recolección, pero lo más importante es lavarlo 24 horas, ni más ni menos, ahí está el truco para un café bien suave", anotó José.
Y lo más importante es no echarle venenos para los insectos, solo abono y ya. El resto lo hace la mata.
Pero no quieren quedarse en café, aunque es la base de la economía de esta parte de El Retiro.
"Estamos confiados en adelantar los proyectos de producción de aguacate (las veredas están cerca de Montebello) y naranjas, en los espacios que nos dejan los cafetales", explicó Jairo Alberto Villegas, uno de los líderes de la cooperativa.
Pero ahí siguen. El año pasado participaron en Antójate de Antioquia y lograron mostrar el mejor sabor con su café, suave, cultivado en las brumosas laderas de un municipio que tiene mucho más que madera y buena comida.
"Aunque esta tierra no es de tradición cafetera, hemos vivido de cultivar café en El Retiro. Y cada día lo hacemos mejor", remató Jairo Alberto.
Lo cierto es que la primera producción, que salió a finales del año pasado, alcanzó para cubrir la demanda local. Ahora aspiran a tener su propia tostadora para realizar ellos mismos el proceso de convertir un grano de café, en una bebida humeante que se tome alrededor del mundo.
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