Los regaños al Banco de la República porque en 2008 no bajaba la tasa de interés eran constantes y provenían de todos los sectores de la economía. Gobierno, empresarios, sindicatos le exigían al Emisor la reducción de la tasa de intermediación porque el alto costo del dinero estaba atrancando la economía y evitaba que las otras tasas del mercado cedieran.
En diciembre del año pasado la Junta del banco central inició un descenso constante que a la fecha acumula una rebaja de 550 puntos básicos (pasó del 10 por ciento al 4,5 por ciento).
Hoy, muchos sectores ven con inquietud que, al reducirse la tasa del Emisor, no se observa una transmisión directa en la tasa de colocación de créditos (de consumo, microcrédito, hipotecario y de tarjetas de crédito) por parte de la banca privada.
El presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC), Rafael Mejía, dice que su sector no se ha beneficiado de las decisiones del Banco. Según el dirigente gremial, para los pequeños y los medianos productores los intereses siguen pegados a la tasa de usura (que está en 27,98 por ciento para consumo y 33,93 para microcrédito), y sugiere que el Gobierno los baje a la fuerza para obligar a los bancos a reducir el costo del crédito.
Pero los bancos tienen otra lectura. De acuerdo con María Mercedes Cuéllar, presidenta de la Asociación Bancaria de Colombia (Asobancaria), al 19 de junio, se muestra que el total de desembolsos de los establecimientos de crédito creció a una tasa real anual del 26,1 por ciento, continuando con una dinámica importante y recuperándose en 32,3 por ciento con respecto al valor que se presentó en la segunda semana de febrero (-6,2 por ciento).
Adicionalmente, la tasa ponderada a la cual son colocados estos recursos ha caído 534 puntos (o 5,3 por ciento) desde el 5 de diciembre del año pasado, reflejando el efecto de la política monetaria expansionista del Banco de la República.
Sostiene que las tasas de interés de los créditos a los hogares se siguen reduciendo pero a un ritmo más lento que el de las tasas de créditos empresariales, reflejando una percepción de un mayor riesgo de crédito. Con respecto a la fecha del inicio de relajación de la política del Emisor, la principal reducción se dio en la modalidad de consumo, con 276 puntos, mostrando una importante reacción ante la política monetaria en el mes de junio, seguida por una caída de 225 puntos en tasa de interés de los créditos de adquisición de vivienda en pesos, y una disminución de 125 puntos en las tarjetas de crédito a personas.De todos lados
Sin embargo, parece que ese esfuerzo no es suficiente. El director de Planeación Nacional, Esteban Piedrahíta opina que la banca nacional debería ceder más.
"Tenemos un margen de intermediación bastante alto. Es cierto que han venido bajando las tasas. Obviamente los bancos tienen costos adicionales que no hay en otros países como el impuesto al patrimonio y el cuatro por mil. Ellos argumentan que tienen unos costos onerosos, pero me parece que hay campo para bajar. Las tasas del Banco de la República han bajado mucho y las privadas han bajado menos", señala el director de Planeación.
Por su parte, Jorge Londoño Saldarriaga, presidente de Bancolombia, sostiene que la reducción de las tasas del Emisor ha permitido que la economía nacional esté mejor posicionada.
Sin embargo, ante las críticas porque la banca no baja los intereses en igual medida, advierte que esa caída de la tasa no necesariamente implica una disminución, aunque ha caído.
"Esto hay que entenderlo en su contexto completo. Por ejemplo, un poco más de la mitad de nuestra cartera es comercial, indexada al DTF y se mueve paralela a la tasa del Banco de la República. Por lo tanto la banca ha reajustado de manera inmediata el costo de esa cartera".
Y agrega que en los últimos meses viene bajando el costo de la cartera hipotecaria, hasta el 14,5 por ciento, en la actualidad.
"Vale la pena tener en cuenta que el único determinante del costo de los intereses no es la tasa del Banco (de la República). A esa tasa no captamos dinero; es un indicador. Nuestro costo del dinero está determinado por nuestras herramientas de fondeo que son de mediano plazo.
Tenemos CDT a tres y a seis meses, bonos a varios años, que no se mueven por la tasa del Emisor. Cuando el Banco de la República subió las tasas de interés los costos medios de colocación subieron dos puntos. Ahora hemos bajado alrededor de dos puntos, lo cual muestra una rapidez de reacción.
No son paralelas las dos tasas porque el costo del dinero en general es uno. Hay que tener en cuenta el costo de administración de las entidades pero el más importante es el riesgo (o pérdidas esperadas).
Hoy el crédito de consumo tiene un estimativo muy alto dado el nivel de desempleo. Ese costo se nos está incrementando, en la medida en que se aumenta el riesgo, concluye el presidente de Bancolombia.
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