El abuelo trabajaba en un club, el padre era caddie. ¿Y los hijos? Todos campeones. Esa es la vida del paraguayo Ramón Franco.
Esa es la historia de la familia Franco, que tiene desde campeones en torneos PGA, como Carlos, hasta triunfadores en campeonatos colombianos, como Ramón, triunfador el pasado domingo en Pereira. Precisamente, este, uno de los menores en la vieja dinastía Franco, estará presente, desde mañana, en el comienzo del Abierto Internacional El Rodeo de golf, Copa Sura.
Su padre era jardinero, luego caddie (cargador de talegas) en el Yatch y Golf Club Paraguayo. Fue allá donde aprendieron a jugar Ramón, Carlos, Ángel, Máximo y Mario, los cinco hermanos Franco, todos profesionales de este deporte.
"Lo llevamos en la sangre; es genético. Desde pequeños estuvimos en el mundo del golf, aunque desde abajo, de una forma humilde. No éramos de dinero, sí de padres trabajadores. Por eso es una rareza que todos seamos golfistas", dice Ramón, de 47 años, y quien viene de ganar, hace tres días, el Abierto Club Campestre de Pereira.
Por ahora Ramón busca un buen nivel, algunos dólares y la mejor forma física para llegar al mejor remate de su carrera: el European Senior Tour, el circuito para veteranos europeos.
"En tres años podré optar para ingresar en este circuito, que es muy respetado, y en que ya está mi hermano Ángel. Un golfista puede estar en actividad y buena competencia hasta los 60 ó 65 años, si se cuida bien. Y esa es mi intención", reitera entreverado en la romería de hermanos Franco.
Ramón acepta que el de más fama es Carlos, porque acumuló triunfos en el circuito de Japón, en el Asiático, y cuatro en el PGA, siendo el último en 2004, y en donde todavía tiene la oportunidad de jugar algunos campeonatos.
"Carlos tiene un talento gigante. Ahora está un poco dejado, pero tendrá unos torneos en Estados Unidos y él siempre tiene con qué competir en un alto nivel", explica su hermano, hoy en Medellín.
Gracias al trabajo de Carlos, el de más triunfos, el sueño de la familia está hecho. Hay un club con su nombre (Carlos Franco Country y Golf Club), un torneo con su nombre (El Baviera Carlos Franco Invitational), y toda una generación de jugadores que ha ido multiplicándose.
Invasión extranjera
Ramón Franco es uno de los cuatro paraguayos en Medellín, y hace parte de la legión de extranjeros, que esta vez será de 52, muy superior a la docena que vino hace un año para el mismo torneo, que en 2008 fue ganado por el local Oswaldo Villada, el Paine.
"Es lindo estar acá en Medellín, una bonita ciudad. Esperamos que la gente se anime para venir al torneo que tiene buenos jugadores. Y, como todos, venimos a ganar", anota Ramón, quien jugará el torneo Pro-Am, que combina a un profesional con una pareja de aficionados, y que se cumplirá hoy.
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