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El subsidio a la pobreza

La pobreza nacional es todo un bosque. Es necesario mirarla en su profundidad. Los subsidios encierran el riesgo de ser los árboles que impiden contemplar la magnitud de aquel.

  • El subsidio a la pobreza | Archivo |
    El subsidio a la pobreza | Archivo |
21 de junio de 2011
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El país ha sido testigo de un sistema estatal para atender la condición económica de muchas familias que han padecido y siguen padeciendo dificultades agudas para su subsistencia. Son los subsidios que derivan su origen del fisco nacional y que se otorgan bajo varios programas, Familias en Acción, entre ellos.

Es loable el gesto de buena voluntad que representan. La realidad de las familias, en especial de las desplazadas por la violencia y de las afectadas por el invierno, revela los rostros de la impotencia frente a la perspectiva de la subsistencia. A estas personas, los subsidios les cooperan en situaciones agudas. Innegable.

Convenga un análisis sobre el tema en aras de buscar elementos que ayuden a pensar más a fondo la atención a la pobreza en Colombia.

Aspecto antropológico. De entrada se debe afirmar: la naturaleza misma de esos subsidios obedece a un criterio preferentemente asistencialista: la bondad de la mano del Estado como medio para vivir. Cuando no se vive "de la mano propia" se generan grados de parálisis en el crecimiento personal.

Por lo mismo, y para evitar este hecho, al auxilio entregado se le ha de acompañar con procesos formativos y operativos orientados hacia la autosubsistencia. El derecho humano al avance en la vida lo exige. La autenticidad de la democracia lo postula.

La autodeterminación personal es brújula de la democracia. A partir de este principio no es legítimo mantener a las personas en condición de minoría de edad ni personal ni empresarial. Lo están ellas cuando muestran matices 'subsidiados' en y para sus vidas.

El desarrollo de la personalidad, en este caso, se ha de enfocar en la búsqueda y en la realización del sentido laboral y empresarial. Gracias a él, el ser humano da un paso efectivo para 'ganarse el pan con el sudor de su frente'.

Aspecto estructural de la pobreza. En la medida en que los ciudadanos no ejerciten aquella dimensión corren el riesgo de ser continuadores de la pobreza. Los subsidios encierran entonces una interna contradicción: buscan atender la pobreza y, por la forma como lo hacen, "la mantienen". El acento se pone más en disiparla y en disimularla que en remediarla. Se cierra el círculo vicioso de la pobreza -seguir siendo pobre porque se es pobre- en lugar de abrirlo en pro de alternativas laborales novedosas.

Aspecto relativo al sector productivo. Imposible soslayar otra contradicción. Si el Estado es quien con los subsidios "atiende" la pobreza nacional, los organismos productivos del país encuentran en ello un pretexto para no generar mayor empleo formal. Las utilidades del sector privado se declaran poseedoras de un aval. Lo extiende el donante de los subsidios. Gracias a él, pueden ser más celosas del ahorro lucrativo que de la inversión social. La actual y alarmante inequidad nacional en la distribución del ingreso lo corrobora.

Como consecuencia de este dato se contempla el surgimiento constante y creciente del trabajo informal, realidad visible hoy en nuestras vías públicas. Su efecto en la calidad de vida de las personas ya se mide con preocupación.

Aspecto estatal. Otras dos consecuencias para la vida del gobierno se derivan de la estrategia del subsidio.

La primera: La inversión económica y pedagógica que él efectúa, dirigida hacia la capacitación laboral y empresarial, sufre un desmedro, dado que el foco de su atención no la contempla como su instancia inmediata.

La segunda: El manejo de estadísticas oficiales correrá siempre el peligro de ser el manipulador de opinión. Para el caso: la gran cantidad de personas y de familias cobijadas por este programa se constituyen en carnada para jornadas electorales. A una sana democracia no le pertenece, como carta de garantía, la manipulación de la pobreza. Hacerlo, es insultar a quien la padece. Los subsidios ejercen como 'cédula de ciudadanía' en la jornada electoral.

La pobreza nacional es todo un bosque. Es necesario mirarla en su profundidad. Los subsidios encierran el riesgo de ser los árboles que impiden contemplar la magnitud de aquel.

¡Riesgoso panorama!

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