Nadie, ni los parientes de Cocorná, se van a perder el matrimonio de María Duarte y Osdwal Taborda.
Se van a casar hoy, a las siete de la noche, junto a otras 45 parejas, en la iglesia Santa Margarita María de Alacoque, en Robledo Las Margaritas.
Desde hace un año -un mes después del primer flechazo de amor-, están viviendo juntos en casa de Osdwal, al pie de la quebrada. La misma casa que comparten con la familia de él.
Ayer, con su almuerzo enfriándose en la mesa del comedor, nos dijo que él creía en el amor. "Estamos enamorados y nos estamos entendiendo muy bien".
Ella, una mulata nacida en Carepa, estaba ahí en la cocina confirmando lo que él decía.
De modo que, a diferencia de las demás parejas, ellos estaban planeando matrimonio. Tenían fecha para mayo. Pero una vez, en misa, oyeron al padre Vanegas invitar a las personas a casarse en conjunto, con algunas ventajas, y ellos aprovecharon.
Se inscribieron. Les resultó gratis el curso prematrimonial; los anillos, gracias a un benefactor que donó 92 en oro y plata, y las partidas de matrimonio.
Como lo que sí tienen que pagar es la fiesta, la comida y el licor que consuman en la casa con los invitados, Osdwal ya separó el dinero de su trabajo en vigilancia, para esos gastos.
Ayer se les veía emocionados. Tenían listos los vestidos en una habitación del segundo piso. "Pero él no puede ver el mío hasta el momento de la boda", dijo ella, agorera.
"No creo que por casarnos se nos acabe el amor, como muchos dicen -opina él-. Eso está en cada persona".
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