Un perro muy agresivo no es tan difícil de encontrar. También hay gatos así.
Con esencias florales, Constanza Schuster, egresada de Medicina Veterinaria de la Universidad Nacional de Colombia, logra que perros y gatos vuelvan a sus comportamientos normales: que se calmen si son demasiado agresivos o nerviosos.
Esta médica veterinaria lleva más de 14 años trabajando con "el equilibrio energético de las flores", según un reprote de la universidad en Bogotá.
En ese entonces, por recomendación de una psicóloga empezó a hacer cursos y seminarios para conocer sobre las esencias florales, ya que muchos de los perros que recibía en su consultorio se mostraban inquietos.
"Una forma de calmarlos son los tranquilizantes. Sin embargo, el cuerpo puede generar resistencia o los animales pueden quedar sumidos en un estado de adormecimiento, por lo que no es recomendable usarlos con asiduidad", sostuvo Schuster.
Cuando esta profesional atiende un animal que ladra mucho, que es muy agresivo, que está deprimido o tiene alguna alteración en su comportamiento, empieza un tratamiento por varias semanas.
"Se hace un preparado de flores, en agua, vinagre o brandy y se le agregan preservantes para que no se dañe. Lo que queda atrapado en el frasco es la energía de la flor. Ese equilibrio energético se puede transmitir a las personas o a los animales".
Al animal se le dan 4 gotas, seis veces al día, mínimo 8 semanas. La garantía es que después el animal se recupera, sin reincidir. Es decir, no hay necesidad de repetirle el tratamiento.
Una de las flores que se utiliza es la estrella de Belén. Esta es usada para animales que tienen traumas de la infancia, por causas como el maltrato. Cada flor es escogida cuidadosamente, de acuerdo con el problema que presente el perro o el gato.
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