La maratón de Boston se corría ayer el Día de los patriotas, un homenaje a las víctimas de la matanza de Connecticut, dijo Gloria Atehortúa, una colombiana que vive hace más de 30 años en esa ciudad. Gloria no entendía cómo hay personas capaces de cometer actos terroristas en una jornada símbolo de paz, recreación y deporte. Dos explosiones con bomba causaron tres muertes y más de un centenar de heridos.
"Yo trabajo en el aeropuerto internacional Logan que sirve a Boston, laboro para Air Canadá. Estábamos en el trabajo pero inmediatamente sucedieron los hechos lo cerraron y nos mandaron a todos para la casa. Doy fe que llegaron vuelos repletos de canadienses para participar en la maratón, pero la incertidumbre es grande porque no se sabe de su suerte, espero que hayan salido ilesos", dijo.
Dada la emergencia que se presentó con el transporte público, las personas tuvieron que caminar varias horas para llegar hasta sus casas y poderse refugiar, según el mandato policial. "Tengo ganas de llorar por lo ocurrido, la maratón que es un legado para la ciudad quedó afectada. No volverá a ser lo mismo porque la gente tendrá miedo de venir y ya no participarán el año entrante", agregó Gloria.
Su hermano Hernán, quien también vive en Boston, es un envigadeño que dejó esta tierra hace 33 años para radicarse en la capital de Massachusetts, ama con todo el corazón, dice.
"Es duro esto, da rabia que el alcalde y el gobernador estuvieran dormidos con la vigilancia. Yo trabajo cerca de la meta de la maratón y eso fue demasiado complicado porque estalló a pocos metros. Da pena".
Una ciudad destrozada
La tranquilidad de Boston, una de las ciudades con más historia de E.U. quedó destrozada ayer con la reaparición de la sombra terrorista que atacó sin importar a quien.
Fue el Día de los Patriotas que quedará para la historia. Eran las 14:45 (13:45 hora de Colombia) cuando sonó la primera explosión en la intersección de las calles Boylston y Exeter, a poco metros del lugar de la meta de la maratón, que a esa hora ya había terminado con el grupo elite pero que dejó a decenas de corredores aficionados vulnerables.
Se conmemoraban las batallas de Concord y Lexington que le dieron a los estadounidenses la independencia de Inglaterra pero que quedará en el recuerdo como uno de los de mayor angustia.
Testigos afirmaron a CNN que tras la explosión al final de la carrera, varias víctimas perdieron incluso las extremidades. Precisamente El Colombiano habló con Diana Restrepo, una colombiana que trabaja en el Hospital General de Boston, quien fue testigo del desfile de ambulancias llegando a su lugar de trabajo.
"Aunque yo laboro en la unidad de electrocardiogramas, en la asignación de citas, compañeros me contaron que por urgencias entraban heridos amputados. La conmoción era muy grande y el nerviosismo era total. De hecho cuando terminé el turno me tuve que regresar a pie para la casa porque las líneas de metro estaban cerradas y no había transporte público".
Para la mayoría de estadounidenses, Boston es un lugar hermoso, tranquilo y plácido pero era muy doloroso ver el caos completo registrado ayer.
Josh Matthews, uno de los atletas que participó en la carrera dijo que "escuchamos la explosión y después un montón de sirenas comenzaron a sonar. La gente se puso frenética y salimos todos de allí".
Uno de los corredores peruanos que participó en la maratón, dijo que la explosión sufrida cerca a la línea de meta "fue muy terrible porque voló gente literamente por los aires", según declaró Oliver Landeo a la emisora Radio Programas del Perú (RPP).
"Yo estaba con nuestra compatriota Jessica Márquez y después de la explosión lo único que hemos hecho es tratar de ayudar a las personas heridas", dijo el atleta que fue el primer peruano en reportarse, de alrededor de una decena que participaron en la maratón. Terminó dándole gracias a Dios porque terminó con vida la maratón.
Tras las explosiones se restringieron los vuelos sobre Boston, de acuerdo con la agencia de seguridad aérea.
Colombianos salvos
Mientras se aclara la información sobre los heridos, la Cancillería de Colombia emitió un comunicado donde explicó que el Consulado en Boston confirmó que no tenía reporte de ningún colombiano herido en los atentados y designó a la cónsul de Colombia, Mónica Julieta Pinzón, y la línea (1) 857 246 28 79 para los colombianos que puedan necesitar ayuda se comuniquen con la representación del país en Massachusetts.
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