La familia del futbolista de Buenaventura Vladimir Díaz está a la espera de que sea liberado el joven jugador, detenido en El Salvador desde hace 17 días por golpear a un árbitro, que al parecer, le hizo comentarios racistas.
El Club Once Lobos, donde juega Díaz, está recogiendo los 1.500 dólares que pide el árbitro de indemnización.
El pasado el 20 de octubre, Díaz, quien juega con el equipo club Once Lobos de ese país, cayó al piso en una jugada confusa, cuando faltaban pocos minutos para terminar el partido.
El jugador le relató a medios de comunicación de ese país que “cuando estaba en el suelo el árbitro, José Vicente Ruiz, me gritó párate negro y cuando yo le reclame me vuelve a decir con tono ofensivo, "qué pasó negro cerote”. (una frase muy despectiva en Centroamérica). Entonces, el jugador lo golpeó.
“Ese arbitro lo agredió verbalmente, muy feo, le mentó la madre y él reaccionó, eso es lo que me ha contado mi hijo, aunque él esta arrepentido por la reacción violenta, pero considera injusto ese trato”, dijo Gloria Patricia Mendez, la madre de crianza del jugador colombiano.
La señora Méndez indicó que ella no aprueba esas acciones, pero tampoco justifica que lo hayan tratado así, con esos insultos racistas.
El joven, de 22 años, está detenido por los delitos de lesiones y resistencia. Un juez resolvió enviarlo a una cárcel común de San Salvador, mientras se adelanta el proceso judicial en ese país.
Sin embargo, la Personería, por petición de la familia, solicitó ayuda ante la Embajada de Colombia en El Salvador.
El Consulado pidió que la medida cautelar impuesta por el juez, se modificara y Vladimir Díaz fuera recluido en la delegación de la Policía Nacional Civil de Suchitoto, lugar en el que fue recluido inicialmente.
“La decisión fue aceptada por la naturaleza de los delitos y sobre todo al resguardo de su seguridad e integridad física”, expresó el Consulado en una misiva.
Entre tanto, Paola Martínez, esposa del futbolista, le dijo a un medio de comunicación radial que la situación para ellos ha sido difícil y que intenta reunir el dinero para pagar el abogado.
Solidaridad en Buenaventura
En el barrio Centenario de Buenaventura, donde reside su familia, han recibido muchas voces de solidaridad y apoyo para el jugador y su familia.
Díaz, quien no es muy conocido en el fútbol colombiano salió del Puerto a los 16 años y lleva seis años viviendo en ese país con su esposa, también de Buenaventura. El equipo, que lo contrató por intermedio de unos amigos, le paga US$300 mensuales.
“Estoy viajando a Cali para seguir buscando los recursos económicos para poder ayudarle a Vladimir”, dijo la señora Méndez, mientras vecinos están preparando otras actividades para colaborale.
La Embajada de Colombia dio a conocer que el abogado salvadoreño Óscar Luna, se encuentra en la etapa de conciliación con el árbitro José Vicente Ruiz para que el futbolista pueda recobrar su libertad.
Pico y Placa Medellín
viernes
0 y 6
0 y 6
