La Asamblea Constituyente ecuatoriana terminó su trabajo de ocho meses y entregó formalmente el proyecto de nueva Constitución ayer en una ceremonia oficial en la que el presidente Rafael Correa calificó el hecho como un paso hacia "la segunda independencia" del país.
El texto fue entregado a las autoridades del Tribunal Supremo Electoral, organismo que deberá convocar a un referendo fijado para el 28 de septiembre para la ciudadanía la apruebe o rechace.
La ceremonia se realizó ante unos 500 invitados y las principales autoridades del país, en la sala del plenario de la Asamblea Constituyente, en la ciudad de Montecristi, 250 kilómetros al suroeste de Quito, donde el público asistente coreó: "Alerta, alerta, alerta que camina la espada de Bolívar por América Latina!".
La nueva constitución fue una propuesta de Correa durante la campaña electoral que lo llevó a ganar el gobierno, que asumió el 15 de enero de 2007, y desde el cual convocó a elecciones para elegir una Asamblea Nacional de 130 miembros, que comenzó su labor en noviembre, la cual concluyó el jueves con la redacción y votación final de una nueva Constitución de 444 artículos.
El documento fue elaborado tras ocho meses de tareas de la Asamblea Constituyente, dominada por 78 asambleístas del partido de gobierno, Alianza País, de un total de 130 integrantes.
El presidente de la Asamblea, Fernando Cordero, señaló que "hemos hecho de la construcción de la Constitución un ejercicio de transparencia ... Aquí todo está grabado, todo está registrado todo esta escrito para que a nadie se le confunda la historia", al responder acusaciones de la oposición de que algunos artículos fueron cambiados a última hora.
Casi al terminar su discurso, Cordero entregó el texto al presidente del Tribunal Electoral, Jorge Acosta.
En caso de lo que los ecuatorianos la aprueben sería la vigésima constitución de la época republicana. La actual, está vigente desde 1998.
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