Estar frente a un pizarrón con una tiza en la mano y dibujar, simplemente escribir, es para Claudia del Río una obra de teatro que la llevó a fundar una asociación.
Se llama Club de Dibujo y desde allí se promueve la actividad de trazar letras, retratos, paisajes, o lo que sea como una "herramienta de pensamiento, placer, comunicación, memoria y auto-conocimiento".
El colectivo ve al dibujo incluso como un hecho político en el que el actor se concentra y aquieta "contra" la masividad y la aceleración.
Y como para Claudia, nacida en Argentina en 1957, "dibujamos incluso cuando escribimos", el pizarrón es el otro actor principal de la función.
Ella ve a esos tableros de color verde oscuro como piezas inteligentes que permiten trazar, borrar, volver a escribir. Son capaces de "guardar secretos" porque incitan a imaginar, proponen ser usados... Eso es, justamente, lo que viene a hacer el Club a Medellín. Los miembros del colectivo Claudia del Río (directora) y Lisandro Carreras llegaron a la ciudad hace un par de semanas invitados a participar en el MDE11 y ya tienen armadas las salas de funciones.
Son salones en las que las paredes son pizarrones y los artistas, en esta ocasión, los espectadores... y actores, a la vez.
En esta ocasión los coordinadores de las funciones se la juegan por una actividad interdisciplinaria.
Claudia contó que la idea fue contar con profesionales de diferentes áreas para que dibujen en las paredes, con total libertad.
En la lista de convocados están dos coreógrafas con un dibujante, pero también se untarán la mano de tiza filósofos, médicos, docentes, todos con tema libre.
Una de las funciones -porque el proceso es con público presente- es la de un maestro de Bolombolo que dicta sus clases de historia del arte dibujándoles a los alumnos cuadros de los artistas más representativos.
El profe y sus estudiantes llegarán a las salas de Taller 7, uno de los espacios anfitriones de esta muestra de arte y donde están los salones pizarra.
Fueron los miembros del Taller los que propusieron al Club del Dibujo una lista de participantes.
También llegó la invitación de Eva Grinstein, curadora de MDE11, que conoció el proyecto desde Argentina, para que fueran a dictar talleres a los barrios. Esta semana estuvieron en El Picacho, contagiando con creatividad a un grupo de muchachos que en dos horas y media aprendieron a dibujar autorretratos.
"En una semana no saben cómo los dejo", advirtió Claudia.