Por más callejero que sea, todo perro tiene su amo, dice un adagio popular. Pero ¡claro!, ese amo suele ser también un habitante de calle, otro ser caído en desgracia por alguna circunstancia de la vida.
Y en esta relación hombre-animal se dan casos de casos, como el de Hiller Taborda, que no es el amo de un único perro sino de cuanto animalito ve sufriendo por ahí, especialmente en el perímetro de la Plaza Minorista.
Hiller está en la calle desde los nueve años y aunque prefiere no contar la razón por la que un día resultó ambulando sin hogar, admite que una cosa ha mermado su sufrimiento: "estos animalitos cucho, son mi vida".
Y es que con el paso del tiempo y cansado de vivir amores y sufrir desamores, él encontró en los perros la ternura que la mayoría de humanos le habían negado en su trajinar por la vida.
De repente resultó siendo el guardián de estos animales, a los que le dio por proteger, cuidar, alimentarlos y muchas veces, hasta salvarlos de la muerte, cuando ésta parecía inevitable.
"Los he visto bajar por el río, metidos en costales o en cajas, se ven mover ahí metidos y voy y los cojo", dice Hiller, ya con unos 36 años a cuestas y un amor incondicional por estos seres -los perros callejeros-, de los que hoy precisamente se celebra su día internacional.
Esto en el caso de Medellín, porque el verdadero día fue el 27 de julio, "pero no lo pudimos celebrar y lo aplazamos para este sábado", explicó Marcela Díaz, directora de la Fundación Orca (Organización por el Respeto y Cuidado de los Animales), que programó el evento.
Este tiene lugar en la sede del centro veterinario EVI - Emergencias Veterinarias Inmediatas-, en la carrera 43 No. 9S-251 y se inicia a las 2:00 de la tarde.
Orca, que lleva más de tres años trabajando en favor de los perros callejeros desde diferentes ámbitos, programó una charla sobre el tema con énfasis en Medellín, una ciudad que, admite Marcela, es ejemplo ante muchos países en la protección de los perros callejeros.
"Le llevamos una ventaja abismal a otras ciudades, pero la gente los sigue maltratando, los bota cuando están viejos o se sienten encartados con ellos por juguetones o porque crecen mucho, como los labradores", dice.
Ven el espíritu
A la celebración, Orca llevará varios de los perros que han sido rescatados y salvados por ella, muchos entregados en adopción y ahora con vidas de "pachás" -que es como deberían vivir los animales- para que la gente entienda la labor que realiza su organización y muchas más que se han creado en la ciudad en defensa de canes y felinos en situación crítica.
Desde su propia orilla, la del pavimento y de los abandonos, Hiller hace lo suyo por estos animales. En esto lo apoya su compañera sentimental, Marcela Betancur, quien aprendió a quererlo, "con perros y todo, porque al principio me parecía cochino siempre con diez perros cargados", dice esta morena, que se siente la nueva reina del corazón de este buen hombre.
Hoy Hiller y Marcela -aunque pueden ir a EVI- no están invitados a la fiesta y seguro ni se enterarán de la misma. Pero por su lado, en el corredor del río, estarán haciendo lo que la sociedad reclama para con los animales callejeros: sobándoles la cabeza, cargándoles y dándoles ternura y alimento.
El Perrero, como le dicen a él, los ama, "porque ellos ven lo que nosotros no podemos: el espíritu de la gente, de la mala y de la buena...".
Pico y Placa Medellín
viernes
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