La corona de Navidad nació en el siglo XIX. Su padre es el fundador de las misiones interiores, Johann Heinrich, quien tenía la costumbre de encender una vela para cada día de Adviento.
Estas velas eran colocadas en un gigantesco candelabro, precisamente fue de éste de donde surgió la idea de la corona de Navidad.
Desde entonces se encendían cuatro velas en una corona elaborada con pino verde, una para cada domingo de Adviento.
La simbología de la corona de Navidad es la siguiente:
La forma circular es un signo pagano, que representa la felicidad y el alejamiento de las desgracias. Entre tanto, los accesorios rojos, ya sean moños o bolas, simbolizan la luz y la vida.
En la actualidad el pino de las coronas navideñas se cambió por otros materiales que no destruyen la naturaleza, como el plástico verde o blanco. También se recurre a la espuma y las telas de colores verde, azul, rojo y dorado.
Así mismo, se colocan frutas y flores secas, cerámicas y todo aquello que se le pueda ocurrir. Las coronas navideñas se utilizan para decorar casas, oficinas y centros comerciales.