El regreso del embajador venezolano a Bogotá, por orden del presidente Hugo Chávez, permite una distensión en las complicadas relaciones entre ese país y Colombia, y se convierte en la última actitud del mandatario venezolano que tuvo que echar para atrás una decisión que había llevado demasiado lejos.
El presidente venezolano, Hugo Chávez, ordenó el regreso a Bogotá de su embajador, menos de dos semanas después de retirarlo, y anunció que impulsará junto a los "pueblos" propuestas de paz que ayuden a lograr una "salida política" al conflicto interno de Colombia.
Chávez anunció el retorno a Colombia del embajador Gustavo Márquez once días después de congelar las relaciones diplomáticas y comerciales, en respuesta a lo que calificó como unas "malintencionadas" denuncias sobre un supuesto desvío de armas venezolanas a las Farc, lo que el viernes volvió a rechazar.
En opinión del internacionalista venezolano Carlos Romero, el presidente Chávez debió "rectificar" la posición "radical" que asumió frente a Colombia.
Ello, porque "se dio cuenta de que había ido demasiado lejos" con anuncios como "que iba a aplicar una política de defensa en contra de una agresión militar de Colombia" y que "llevaría las relaciones comerciales a cero".
El miércoles pasado, Chávez anunció la suspensión de la compra este año de 10.000 vehículos a Colombia y reiteró su intención de sustituir las importaciones colombianas, por otras de Argentina y Brasil, países más confiables según explicó.
Pico y Placa Medellín
viernes
3 y 4
3 y 4