El reloj que corrió lento para que en Estados Unidos se aprobara el Tratado de Libre Comercio (TLC), empieza a acelerar los minuteros para implementar el acuerdo y ponerlo en marcha en 2013.
El ministro de Comercio, Industria y Turismo, Sergio Díaz-Granados, considera que con el acuerdo las exportaciones de Colombia a Estados Unidos pasarían de 17.000 millones de dólares, anualmente, a 50.000 millones de dólares en 5 ó 6 años y anunció que el país se prepara para negociar tratados con Venezuela y Panamá, para promover las relaciones comerciales con Costa Rica y República Dominicana, a sacar adelante el tratado con Europa y a continuar con los acercamientos con Asia.
En diálogo con EL COLOMBIANO desde Seúl, donde asiste a la quinta ronda de negociación de un TLC con Corea del Sur, el ministro Díaz-Granados explicó los pasos que deberán darse para que crezca el flujo del libre comercio entre Colombia y Estados Unidos.
¿Ya aprobado el TLC en el Congreso de Estados Unidos, cuándo comienza a operar?
"Es muy difícil poner una fecha exacta de cuándo empezará a operar el TLC. No le pusimos fecha a la aprobación en el Congreso estadounidense, pero sabíamos que el proceso podía llevarse el año 2011, como efectivamente se lo llevó. A Perú, que fue un tratado similar al nuestro, la implementación le tardó 12 meses, a México y a Chile les demandó entre seis y ocho meses, así que a nosotros esa implementación nos puede demorar entre seis o doce meses, es decir que en el último trimestre de 2012 tendríamos una fecha concreta de entrada en vigencia".
¿Es cierto que hay que modificar 23 leyes en Colombia para implementar el tratado?
"No tenemos un inventario tan grande de cosas por hacer, pero sí ajustes necesarios para activar el tratado. Algunas leyes ya han sido aprobadas, porque hacían parte de la agenda de productividad y competitividad, como la ley de Marcas y Patentes, o el Protocolo de Madrid que ya fue aprobado y que era parte de la estrategia colombiana de mejorar en el frente del registro de marcas. Otras tareas que hay que hacer implican protocolos entre las autoridades aduaneras y sanitarias de ambos países. Un compromiso que tenemos desde hace varios años, es mejorar los estándares de contabilidad y normatividad financiera y eso ya se ha venido haciendo. Es claro que muchos de los compromisos que tiene el tratado se harán antes de su entrada en vigencia y otros, después".
¿El Plan de Acción presentado en abril, ya se cumplió a cabalidad?
"En el Plan de Acción no hay nada que le corresponda al Ministerio Comercio. Ese fue un enfoque para el mejoramiento de las estrategias del país en protección a la actividad sindical, a las normas laborales y estaba relacionado con el seguimiento a procesos que estaban en la Fiscalía sobre impunidad. El Plan no reflejaba otra cosa que la propia estrategia del Gobierno del presidente Santos, de mejorar el rendimiento y la capacidad del país en aspectos como derechos humanos y protección de los derechos sindicales. Es una 'hoja de ruta' que está expresada en términos de ciclos, tiempo y responsabilidades, en términos de hitos entre lo que sobresale la creación del Ministerio de Trabajo".
¿Cuáles son las ventajas y desventajas del TLC?
"El tratado es una herramienta que no es conveniente empezar a desarmarla, para ver qué sirve y que no. La función de la herramienta como un todo, le sirve al país. En Antioquia, los industriales han defendido el instrumento porque saben -los productores de flores, hortalizas, confecciones, textiles, frutas, alimentos procesados y plásticos-, que el TLC es herramienta fundamental para crecimiento de las exportaciones desde la región hacia Estados Unidos".
¿Cuál es el mensaje para los empresarios?
"Las palabras claves son implementación y aprovechamiento. Implementación para poner en vigencia el tratado y aprovechamiento para encontrar más negocios y más oportunidades para los exportadores colombianos. Antioquia, es la mejor síntesis de las oportunidades del TLC y eso lo saben los sectores manufacturero, agrícola y pecuario, que crecerán de forma sostenida en el mercado estadounidense. El reto es lograr rápidamente la implementación del acuerdo, tema en el que desde ya comenzamos a trabajar con la Casa Blanca, para que luego de la sanción presidencial, el TLC pueda entrar en vigencia lo más pronto posible".
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