viernes
7 y 9
7 y 9
Eran mártires y, desde ayer, son beatos, un escalón más para algunos que aspiran llegar a santos.
Fueron, en total, 522 personas las beatificadas ayer, en tarragona, España, - en su mayor parte sacerdotes y monjas - asesinadas antes y durante la Guerra Civil española de 1936 a 1939. Y entre ellos estaba el antioqueño Jesús Aníbal Gómez Gómez, oriundo de Tarso (Antioquia), fusilado junto a otros 13 compañeros seminaristas en la estación Fernán Caballero, una de las paradas en el recorrido del expreso que iba de Badajoz a Madrid.
El muchacho, de 22 años, llegó a España de la mano de los Claretianos, para formarse como sacerdote. La beatificación, el paso anterior a la canonización, fue presidida por el cardenal Angelo Amato en una ceremonia al aire libre a la que asistieron miles de personas en la ciudad costera catalana de Tarragona, en el noreste de España. El papa Francisco pronunció un breve discurso por teleconferencia con los asistentes, entre los que estaban casi 4.000 familiares de los beatificados.
El mensaje del Papa
Desde Roma, el Papa Francisco tuvo algunas palabras para los ayer beatificados.
"Alabemos al Señor para que sus valientes testimonios y su intercesión sirvan para liberar al mundo de la violencia", dijo el Papa argentino.
La oficina de prensa del Vaticano también difundió el texto del mensaje en vídeo que Francisco envió a la ceremonia de beatificación de los 522 españoles y en el que reflexionó sobre lo que significa ser "mártir".
"Me uno de corazón a todos los participantes en la celebración, que tiene lugar en Tarragona, en la que un gran número de Pastores, personas consagradas y fieles laicos son proclamados Beatos mártires", comenzó el papa su mensaje.
En su mensaje, el Papa Francisco evitó referirse al tema de la Guerra Civil Española, que ganó el bando nacionalista dirigido por Francisco Franco y apoyado por Alemania e Italia y se refirió con más ahínco a lo que significa ser mártir.
"¿Quiénes son los mártires? Son cristianos ganados por Cristo, discípulos que han aprendido bien el sentido de aquel amar hasta el extremo que llevó a Jesús a la Cruz. No existe el amor por entregas, el amor en porciones. Cuando se ama, se ama hasta el extremo", explicaba el Papa Francisco en su mensaje.
Agregó el Sumo Pontífice que: "Siempre hay que morir un poco para salir de nosotros mismos, de nuestro egoísmo, de nuestro bienestar, de nuestra pereza, de nuestras tristezas, y abrirnos a Dios, a los demás, especialmente a los que más necesitan".