Joao Jorginho tiene su nombre rotulado en letricas negras en la 10 de Nacional.
No es brasileño, sí de Marinilla. No es futbolista, es apenas un niño de tres años que tiene que caminar de la mano de su mamá, Gladys. Pero ni el frío del Oriente ni la lluvia sobre Guarne le impidió acercarse a donde esos ídolos que apenas reconoce.
Ayer, en plena lluvia, Jorginho se paró afuera de la nueva sede de Nacional a esperar que su camiseta, más pequeña que una XS, fuera firmada por los jugadores del verde, que debería empezar este domingo su andar en la Liga Postobón. Al final, con lluvia y mucho frío, su misión fue cumplida.
"Es la tercera vez que venimos desde Marinilla. Perdimos la primera pues estaban en Villavicencio, en la segunda nos atendió José Fernando (Santa) y Humberto (Mendoza), y ahora sí la están firmando todos los que pueden", dice Gladys, la mamá joven de Joao Jorginho, quien dice que su hijo "tiene todo de futbolista, empezando por el nombre".
La nueva sede, esa que queda a la vera del camino que conduce a Bogotá, es un imán para los transeúntes, quienes paran a ver a los jugadores. O lo que puedan ver de ellos. "Por ahora no se puede entrar, pero aguanta ver", dice uno de los aficionados, que pasa a toda en su bicicleta, escapando a la llovizna que cae casi siempre y sin falta en el Oriente.
"El frío no es tanto, hay que tenerle más miedo es al sol, que con unos rayitos te quema la cara", explica Juan Carlos Quintero, el preparador físico del verde, y protagonista principal mientras el balón aún no rueda.
En la cancha
Detrás de la barrera que no pudo gambetear Jorginho, el plantel profesional de Atlético Nacional siguió con la preparación de una larga pretemporada, pues su debut aún tiene 15 días de espera.
Sobre el terreno, uno de los tres de la nueva sede en Guarne, por allá después del desaparecido hipódromo, José Fernando Santa paró una formación que uno se siente tentado de decir titular para el arranque, con las dos nuevas torres en la zaga central (Jossimar Mosquera y Damián Santín), pero sin un delantero centro definido, con Marcos Mondaini rondando ante la ausencia de Ezequiel Maggiolo.
Eso sí, tres volantes con Dorlan Pabón, Stalin Motta y Víctor Ibarbo tomando el lugar en el campo que dejó Giovanni Moreno. Hasta ahora nadie con el 10 en la espalda. El único estaba fuera de la sede. Era Jorginho.
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