Animado por la compañía de sus hijos Nathan y Benjamín , motivado por el ánimo de su esposa Selene Hernández y visualizando un futuro familiar agrícola que piensa labrarse con lo que le deje el fútbol, el arquero Jimmy Schmidt se ilusiona con lo que pueda hacer esta noche Envigado en la Copa Suramericana.
Le cuesta recordar el día que “salté y sentí un ruido tan raro en el cuerpo que me asusté cuando vi que mi pie izquierdo quedó como loco”. Pero casi un mes después de la rotura del talón de Aquiles el optimismo invade al arquero charrúa, pues ya aguanta los 15 kilos de presión que le debe hacer a su extremidad por recomendación médica.
Desde su apartamento en un sector casi campestre de Envigado, ayudado de un par de muletas, protegido con una bota especial, mostrando progresos en cada fisioterapia con Andrés Arredondo y armado de 30 películas para ganarle los “picaditos” de play station al pequeño Nathan, Jimmy le hizo algunas recomendaciones al grupo para el juego de las 6:15 de la tarde.
Por ser uruguayo de nacimiento, tener en las afueras de Montevideo cerca de cinco hectáreas de tierras listas “para llenar de avestruces y cultivos de alfalfa”, Schmidt es el indicado para decir cómo se le debe jugar al Liverpool.
Hay fútbol para clasificar
Dice que sin pecar de sobrador, “el onceno naranja está entre los cuatro mejores de Colombia. Y si esta noche nos acordamos de eso y entablamos una buena amistad con la pelota, tendremos chances de avanzar”.
Admite que siente dolor al no estar en un partido “crucial para nosotros”, pero el cancerbero de 30 años de edad y 1,92 metros de estatura es consciente de que Liverpool “es un equipo joven con ansias de reconocimiento y no le podemos dar vida desperdiciando las opciones de gol que tuvimos en el Parque Estadio Sur, pese al 1-1”.
También siente impotencia por no aprovechar el viaje para montarse unas horas en su yegua Laki y desestresarse acariciando a Lili, la ternera que cuida en la finca la familia de su señora. Jimmy es un convencido de que el equipo paisa dejará en el camino a sus compatriotas por el fútbol que practica.
Entonado con los sorbos de mate y revitalizado con la sazón de Selene, quien asegura que “a punta de pastas y la buena carne uruguaya pronto lo recuperaremos”, Schmidt piensa en el futuro. Resalta que Envigado haya proyectado jugadores de tanta calidad, también les agradece el buen trato que le dan los dirigentes y anda feliz con el calor humano de sus compañeros.
“La propuesta del club es más convincente que la de Liverpool, pero hay que demostrarlo en la cancha. Ya es hora de que el onceno naranja se proyecte en el exterior y qué mejor que este momento tan claro de avanzar a los octavos de la Suramericana, porque si mis paisanos nos empataron acá fue porque nosotros dimos ventajas”.
En Envigado aguarda a sus compañeros con el tiquete para enfrentar a Independiente de Argentina. Cree que gracias al éxito en la operación, en cuatro meses retornará a las canchas.
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