La intensa lucha que Colombia ha librado contra los narcotraficantes y sus testaferros ha dejado vacíos por los que se siguen filtrando los dineros mal habidos.
Resulta prioritario, entonces, que la llamada Lista Clinton a la criolla que propuso el vicepresidente Francisco Santos se ponga en marcha para poder contrarrestar los efectos perversos que deja el dinero de los narcos, paramilitares, guerrilleros y corruptos y que el país cuente con herramientas propias y expeditas para lograrlo.
El apoyo internacional a la lucha contra las drogas tiene en Colombia un desafío mayor, pues las finanzas que dejan el cultivo, tráfico y distribución de drogas son las que alimentan el aparato de guerra que promueven sus directos beneficiarios.
Pico y Placa Medellín
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