En sus 70 años de operación, Auteco se ha consolidado como ensamblador de motocicletas. Su actual presidente habla de la evolución de la empresa y los retos del sector.
Aunque su origen data de la comercialización de repuestos para vehículos de cuatro ruedas, incluso participó en la fundación de una de las ensambladoras más importantes del país: Colmotores; la vida empresarial de Auteco en estas décadas de operación se destaca por su impulso al desarrollo como ensamblador y comercializador de alternativas de transporte en dos ruedas.
Marcas como Ford, Chevrolet, Federal y Austin marcan el principio de esta aventura empresarial paisa. Sin embargo, una es la que le da el impulso definitivo y la mete de lleno en la venta y producción de motos en Colombia.
Nada más ni nada menos que la popular Lambretta, que a mediados del siglo pasado se convirtió en el vehículo de dos ruedas que caracterizó la recuperación de un país como Italia, luego de la debacle de la Segunda Guerra Mundial, y que en su presencia en Colombia también fue un elemento para impulsar la modernización.
Como lo cuenta su actual presidente, Carlos Vásquez, las directivas de Auteco en aquel entonces veían cómo la reconstrucción de Italia se estaba basando en un buen porcentaje con el aporte de este medio de transporte, y pensaron que Colombia también debía seguir ese ejemplo.
Se inicia el camino
Así fue como en 1954 comenzaron la importación de las primeras Lambretta a Colombia. "Ya desde 1946 pensaban que la motocicleta era el vehículo del pueblo, porque el carro era visto como un elemento más suntuario, para la clase alta".
En 1961, y ante el éxito del vehículo en el mercado nacional, Auteco recibe la licencia para el ensamblaje de la moto en el país. Y aunque este ensamblaje tuvo una duración más bien corta -hasta la década del 70-, "no ensamblamos más porque la fábrica en Italia se acabó", el icono que fue esta moto marca el desarrollo posterior de Auteco y su reconocimiento en el mercado de las dos ruedas.
En 1972, la marca comienza una relación con el productor japonés Kawasaki. De allí también surgen, ya en otro segmento, productos tan exitosos como la Kabra, la Kamelladora o la Koyote, motocicletas que dieron una alternativa de transporte y de trabajo a muchas personas. Con Kawasaki la relación continúa hoy día y se ha fortalecido mucho en la comercialización de motocicletas de mediano y alto cilindraje.
Pero la intención de Auteco era masificar mucho más el uso de motos. Es así como en 1983 la india Bajaj se convierte en otro de los aliados y, como en sus primeros años de historia, una motoneta es, otra vez, una de las puntas de lanza para lograr mayor participación en el mercado.
Con la Auteco Plus lograron llamar la atención de un público joven, de estudiantes universitarios y de personas que por primera vez se acercaban al mundo de las motos. Hoy con esta alianza tienen productos exitosos como la familia Pulsar, la Platino o la Discover. Los primeros años de la década pasada marcan otra relación de buenos frutos para la ensambladora.
También de la India llegan los productos Kymco, especialmente fuertes en el campo de las motocicletas tipo Scooter.
Hoy Auteco es la ensambladora de mayor participación en el mercado con un 35 por ciento de la torta, en un país en el que este año se estiman ventas de alrededor de 500 mil unidades nuevas.
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