El Diario Oficial, un ilustre desconocido para muchos colombianos, se convirtió desde el jueves pasado en centro de atención. ¿La razón?: la decisión del presidente Juan Manuel Santos de no autorizar a la Imprenta Nacional la publicación del texto conciliado de la reforma a la Justicia y así evitar su promulgación.
Sin embargo, hay dudas sobre el alcance que tendría el mandatario para ordenar a la Imprenta Nacional que no publique el texto y evitar, de una forma poco ortodoxa, que la norma entre en vigencia.
Hernando Yepes , exmagistrado de la Corte Suprema de Justicia, aseguró que la promulgación de los actos legislativos no es una facultad discrecional del Presidente sino "un deber que él no puede incumplir".
Su posición la respalda Santiago Castro , director de Humanidades del Politécnico Grancolombiano, quien aseguró que aunque en este país "todo se puede, el mensaje sería que lo que no le guste al Gobierno no se aprueba, y entonces sería mejor acabar de una vez con la separación de poderes, pilar de la democracia".
El expresidente de la Corte Constitucional, Carlos Gaviria , va más allá al advertir que "vamos a asistir a un espectáculo maravilloso, un concurso, un torneo de acciones de tutela, de cumplimiento, de denuncias penales, etcétera. Porque hay muchos intereses, muy especialmente los que se iban a beneficiar con esta reforma (los parapolíticos, los congresistas que están siendo juzgados por la justicia especial, los aforados). (...)Ojalá los jueces de tutela no vayan a morder el anzuelo, porque esa reforma no está vigente"n
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