Es indiscutible cómo cada vez más se evidencia la retro empatía como tendencia de moda.
Alguna vez escuche que la sociedad en cada comienzo de siglo busca en el pasado reforzar su identidad ante un nuevo comienzo, y tal vez hay algo de verdad en ello, y aunque ya llevamos 13 años del nuevo milenio aún seguimos buscando en las maravillosas décadas del siglo XX la novedad.
Sin embargo, las novedades en diseño, música, moda, etc. del siglo XXI tienen un factor de innovación, que aunque la moda es cíclica, me atrevería a decir que es algo único y es el reciclaje. Entendamos el reciclaje como el ejercicio de usar o crear desde el pasado. Ejemplos claros de esto son la portada del nuevo disco de David Bowie donde la carátula es la fotografía del álbum Héroes de 1977 pero con un cuadrado blanco que la cubre y dice The Next Day e incluso los críticos de música dicen que muchas de sus canciones son alegorías a éxitos pasados.
Otro ejemplo es como el otoño-invierno 2013 se debate entre las siluetas y los colores de los años 60, la estética punk de lo 80 mezclada con el grunge de los 90, así como con la feminidad y misticismo de las mujeres de las películas de suspenso de los años 40 y 50. No es gratuito que después de películas como Hitchcock (2012), la revista Vogue americana de abril 2013 creara una editorial homenaje a las escenas de la película La Ventana Indiscreta de 1957 o que el “new look” de Dior siga siendo un indispensable 63 años después; que Lagerfeld le haga un libro homenaje a la chaqueta negra creada por Madame Chanel en los 50 o que Saint Laurent tenga en su publicidad imágenes de íconos del rock de los 90. Puedo citar cientos de ejemplos más que denotan cómo el siglo XXI está buscando su sello creativo en los gloriosos años del siglo pasado.
Lo cierto es que el reciclaje es la nueva forma de creatividad de los últimos diez años, mezclar de aquí y de allá, gracias a un mundo que parece no tener fronteras culturales ni sociales, pero que al mismo tiempo busca en lo local, regional y autóctono un nuevo lenguaje.
Por eso la importancia del folclor, de los fenómenos sociales de antaño y de rebuscar en aquellas cosas del pasado que fueron exitosas y/o curiosas para que mezcladas con nuevas tecnologías (sonidos y texturas) parezcan los grandes inventos del nuevo milenio.
@catyvillota
