Con cosas como esas es cuando uno se pregunta ¿dónde carajos están parados algunos gobernantes? Como que tratan de pensar más allá de lo que pueden y terminan envueltos en elucubraciones dignas de la ciencia ficción. Es que ni Nostradamus se hubiera atrevido a lanzar semejantes teorías proféticas por miedo a caer en el ridículo. Lo anterior tiene nombre propio: Evo Morales, en su mejor faceta de orador aprendiz del presidente de arriba de Colombia en sus horas-momentos de hablar y hablar y hablar y hablar y hablar.
Durante la primera Conferencia Mundial de los Pueblos contra el Cambio Climático y los derechos de la Madre Tierra, celebrada en Cochabamba, una reunión paralela para resarcir el fracaso de la Cumbre de Copenhague, Morales declaró que el homosexualismo se debe a la cantidad de hormonas femeninas que le inyectan al pollo e hizo la salvedad de que él sí es muy macho porque sólo come pollos criollos. Luego, al mejor estilo Nostradamus, pronosticó que en 50 años y por el mismo motivo, el planeta estará lleno de calvos y que Europa es el mejor ejemplo por la cantidad de calvos que hay allá.
¡Por Dios! Evo, no creas que resolviste lo que la humanidad se ha preguntado desde hace tanto: ¿se nace o se hace homosexual? Por el contrario, supeditaste a la cantidad de pollo que han comido, la decisión personal de un ser humano, de optar por un estilo de vida distinto. Evo, perdiste los votos de la comunidad LGTB boliviana. De aquí en adelante, con esta teoría revolucionaria, los homofóbicos mirarán feo a todo el que pida pollo en un restaurante, porque le pasará aquello de hombre con hombre? Evo, todos sabíamos que en Kentucky Fried Chicken la gente se engordaba, pero no que se convertía en homosexual.
Pero las perlas no fueron sólo de Evo. El comandante Hugo vociferó "Pachamama o muerte", y en su mejor estilo, amenazó con crear unas Naciones Unidas disidentes, que sustituyan a esa herramienta del imperio que no hace nada por la tierra. Ah, pero cómo no, si, según dicen en Venezuela, se cree que hay iguanas entrenadas por sus enemigos, que provocan daños en las centrales de energía de Venezuela. Hace poco, su gobierno sostuvo que un reptil saboteó una red eléctrica que dejó a cerca del 70% de los chamos a oscuras. Mínimo, la iguana era colombiana o quizá Obama tiene un criadero secreto de reptiles en la Florida.
Lo patético de esto es que vociferaciones así, salen como si fueran resentidas proclamas ideológicas. Estos personajes risibles creen que el planeta se salvará cuando el socialismo destruya a los imperialistas que crearon la Coca-Cola y el pollo homosexualizador. Ni en el socialismo ni en el capitalismo está la salvación de la tierra, porque es un asunto que va más allá, y que requiere por lo menos un poco de coherencia, para sumar la voluntad de los líderes mundiales.
Con sus afirmaciones, Morales, el Apu Mallku de los bolivianos, es decir, la figura de "dimensión planetaria", quedó como un xenófobo y racista. La única recompensa que sacó fue la burla internacional y demostrar una vez más la peligrosa demagogia que genera el círculo chavista, que ya no dimensiona ni los límites de la realidad y la ciencia. Lo triste de todo esto, es que en las manos de personajes así está puesta la confianza de millones de personas a las que gobiernan.
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