Un balance agridulce deja la lucha contra el VIH en Colombia de acuerdo con la opinión de los expertos reunidos en el Foro latinoamericano de enfermedades infecciosas, realizado en Ciudad de Panamá los días 23 y 24 de marzo.
La buena noticia, todo un hito, tiene que ver con la reducción de la mortalidad. Para Ernesto Martínez , expresidente de la Asociación Colombiana de Infectología (Acin), desde hace tres años tanto la ONU como el gobierno han evidenciado esta tendencia.
Una mejoría en el acceso a los servicios y en la detección del virus hacen parte de las buenas noticias. "Sin embargo -subraya Martínez-, sabemos que la tarea de la atención del VIH en Colombia apenas está comenzando. Esto se concluye ya que la relación de pacientes infectados no diagnosticados es muy alta".
Se calcula que por cada caso detectado en el país, hay entre cinco y diez personas que desconocen ser portadores. Algunas estimaciones sugieren que alrededor de 123.000 personas están infectadas, mas el expresidente de la Acin considera conservador este cálculo.
Avances por cumplir
Las barreras para acceder a los medicamentos y diagnósticos tempranos, la estrecha relación entre el frágil sistema laboral y el de salud, así como la falta de pautas claras para la atención son algunos de los principales problemas que los expertos identificaron en la atención al paciente con VIH.
Las trabas en el sistema son una de las grandes preocupaciones de los especialistas. "Cada vez hay más premura en pacientes muy enfermos para que el tratamiento empiece de forma inmediata, para disminuir la probabilidad de muerte de esa persona en el transcurso de pocos días", considera Martínez.
"La exigencia de tener un diagnóstico confirmatorio", agrega "genera muchas veces demoras que pueden conducir a la muerte del paciente".
Otro problema importante para el infectólogo Carlos Castañeda es la inestabilidad del esquema laboral. "Nosotros observamos que los pacientes que ingresan a los programas son contratados temporalmente, acaban saliendo en pocos meses y terminan perdiendo su tratamiento", afirma.
La alerta de los especialistas también la emiten con respecto a la fragmentación de la atención. En opinión de Castañeda, es imprescindible empezar a ofrecer tratamientos holísticos que integren de forma adecuada el trabajo de especialistas en disciplinas como la nefrología, la cardiología y la endocrinología.
Enfermedad crónica
Para los expertos reunidos en el foro, patrocinado por la farmacéutica Janssen, la adherencia y continuidad en los tratamientos son una prioridad.
Al igual que el cáncer, en los últimos años el VIH Sida dejó de ser una enfermedad mortal para convertirse en una crónica. Esa es la opinión de Anthony Mills , médico especialista y VIH positivo desde los años ochenta.
"Si tienes 20 años, la expectativa ahora es de 50 años. Al darle medicaciones contra el VIH a una persona de 20 años, se le está cuidando por medio siglo. Por eso queremos tener claro que el tratamiento que está recibiendo sea el adecuado", afirma este investigador que le dice a sus pacientes que las posibilidades actuales, por lo menos en los Estados Unidos, permiten una esperanza de vida tan larga como la de las personas no infectadas.
El reto de Colombia es, precisamente, lograr que el VIH Sida deje de ser sinónimo de mortalidad. Ya se dieron los primeros pasos, pero como lo evidencian los infectólogos, aún faltan muchos más por dar.
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