El presidente palestino, Mahmoud Abbas, tomó juramento este lunes a un Gobierno de unidad palestino, en un acuerdo de reconciliación con los islamistas de Hamas que llevó a Israel a congelar las negociaciones de paz mediadas por Estados Unidos.
Abbas, cuya Autoridad Palestina en la Cisjordania ocupada por Israel depende de ayuda extranjera, pareció confiar en la aceptación por parte de Occidente, y sobre las objeciones, de un gabinete de 16 miembros formado por lo que describió como tecnócratas sin afiliación política.
En una política alineada con las exigencias de Estados Unidos y la Unión Europea, el líder que cuenta con el respaldo de Occidente dijo que su Gobierno seguirá cumpliendo con acuerdos y principios como base para el proceso de paz con Israel.
Hamas, que pide la destrucción de Israel, ha gobernado en la Franja de Gaza desde que capturó el territorio de manos de fuerzas del grupo Fatah de Abbas en una breve guerra civil en el 2007.
"Hoy y después de anunciar el Gobierno de unidad nacional, declaramos el final de la división que ha causado un daño catastrófico a nuestra causa", dijo Abbas, manifestando sentimientos compartidos ampliamente por los palestinos.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, había dicho que su Gobierno rechazaría un Gobierno palestino respaldado por Hamas y pidió a los dirigentes mundiales que no se apresuren a reconocerlo.
Israel impidió la entrada a Cisjordania de tres ministros con sede en Gaza que viajaban para la toma de juramento.
El primer ministro saliente palestino saliente, Ismail Haniyeh, dijo en Gaza que era un "día histórico" que cerraba un "capítulo de siete años de división".
La televisión de Hamas se refirió a Haniyeh como un "ex primer ministro", como deferencia al actual titular de la cartera, Rami Al-Hamdallah, con sede en Cisjordania.
Pero en su discurso, Haniyeh habló sobre perseguir la "resistencia en todas sus formas", en una aparente referencia a acciones que incluyen un conflicto armado con Israel, y dijo que el acuerdo de unidad significa que los milicianos de Hamas, las Brigadas Qassam, "se convirtieron en un Ejército hoy".
Ante la ausencia de fuerzas de Fatah en Gaza, Hamas mantendrá su control de la seguridad en el territorio, donde además de los 25.000 miembros de las Brigadas Qassam, el grupo islamista también controla otros 20.000 efectivos armados.
Netanyahu llamó a su gabinete de seguridad para una sesión especial para considerar la imposición de sanciones económicas contra el nuevo Gobierno palestino.
Abbas dijo este sábado que Israel "nos informó (...) que nos boicotearían si anunciamos el Gobierno".
Israel retuvo algunos ingresos impositivos de la Autoridad Palestina en represalia por firmar en abril convenciones y tratados internacionales después de que el Gobierno de Netanyahu faltó a su promesa de liberar a prisioneros palestinos.
Las conversaciones de paz, que comenzaron en julio del 2013, no han ido a ninguna parte, con profundas divisiones sobre la construcción de asentamientos israelíes en tierras ocupadas, sobre las que los palestinos buscan crear su Estado independiente, además de la exigencia de Israel de que los palestinos lo reconozcan como un Estado judío.
El domingo, el secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry -que encabezó las negociaciones de paz que se hundieron cuando se firmó el Gobierno de unidad el 23 de abril- habló por teléfono con Abbas y le manifestó su preocupación por el papel de Hamas en el Gobierno, dijo la portavoz del Departamento de Estado, Jen Psaki.
Israel, Estados Unidos y la Unión Europea consideran a Hamas una organización terrorista por su negativa a reconocer la existencia de Israel, a aceptar los acuerdos de paz firmados y a renunciar a la violencia.