Los nombramientos de los senadores Juan Fernando Cristo (Liberal) y Plinio Olano (Partido de la U) en la junta directiva de la Fundación Buen Gobierno, crearon ciertas distancias en los miembros de la Unidad Nacional.
Algunos congresistas sostienen que los directores de los partidos, que hacen parte de la bancada gobiernista en el Congreso, son los que debieron haber sido nombrados en la fundación.
El congresista del Partido de la U, Roy Barreras, aseguró que "desde la colectividad no se ha autorizado ni nombrado a nadie para que haga parte de una Ong, ni parte de los Boy Scouts, ni de Greenpeace, ni de Buen Gobierno, su presencia allí no nos representa".
Ante la crítica, el senador Olano respondió que su designación fue una invitación del exministro y presidente de la Fundación Germán Vargas Lleras y que no llegó allí como una representación de su colectividad.
Desde el liberalismo no hay ninguna oposición oficial, pero se conoció que algunos miembros de la colectividad no están muy contentos con la designación en la mesa directiva.
Por las voces en contra, Cristo señaló que hay que dejar de lado las diferencias porque "lo que menos nos conviene son las peleas, todos nosotros coincidimos en un propósito común manteniendo la autonomía y la independencia".
Para Iván Garzón Vallejo, director de Ciencias Políticas de la Universidad de la Sabana, las voces a favor y en contra eran previsibles, pues "la Unidad Nacional está pegada con mermelada".
Según el académico, los nombramientos en la fundación Buen Gobierno son un mensaje del presidente para la clase política tradicional "diciéndoles que no los ha traicionado, sino que sigue con ellos".
"Es una pelea de compadres, como en otras oportunidades las pataletas de la unidad nacional significan un mensaje al gobierno de: endúlcenos más y a cambio está el apoyo. Esto con miras a promesas para el 2014".
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