"Corría a 120 kilómetros por hora; de repente apareció un charco en una especie de chicana formada en el piso; intenté disminuir la velocidad para pasarla pero los frenos delanteros no funcionaron y me fui de bruces sobre un montón de arbustos que escondían rocas".
Así comenzó su relato el piloto antioqueño Marco Saldarriaga (KTM) al hablar del accidente sufrido en la etapa entre Uyuni (Bolivia) y Calama (Chile) que le obligó al abandono del rali Dakar con una fractura de escápula. "Era una carrera rápida y estaba bien ubicado. Con lo que no contaba era que pese a la revisión de la moto en la noche anterior, presentó fuga de aceite en uno de los amortiguadores delanteros y al frenar con la única opción posible, los traseros, la moto salió disparada tres o cuatro metros lanzándome contra el piso", reseña.
"Inmediatamente me levanté y traté de alzar la moto; ahí fue cuando sentí el dolor en el hombro y la imposibilidad de continuar en carrera".
El grupo de emergencia lo rescató tras accionar el botón rojo de la moto. En ocho minutos ya estaba en el aire con la atención médica del caso. "Puedo mover el hombro pero la espalda me duele. De ahí la recomendación de una cirugía". Y se lamentó: "el año pasado, al lado de Mateo Moreno fuimos a Dakar para terminarlo; este año fuimos a correrlo y de hecho cumplíamos la mejor actuación histórica del país, -estando entre los 50-. esto nos demuestra que tenemos madera con qué ir a luchar".
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