Desde 1977, cuando es 18 de mayo, los museos del mundo celebran. Algunos con exposiciones, otros con reflexiones, muchos con entrada libre. Es su día internacional.
La Comunidad de los Museos del Mundo (Icom) propone un tema. Esta vez es los vínculos creados por las colecciones de los museos. "Recuerda —explican en su página web— que los museos son instituciones vivas que permiten crear enlaces entre los visitantes, las generaciones y las culturas del mundo".
Los museos han cambiado con los años y han debido adaptarse a lo que les proponen la época y los usuarios. En el Icom señalan que, incluso, les ha tocado reconsiderar su misión tradicional y analizar estrategias para atraer visitantes. "Muchos modernizan las técnicas tradicionales de presentación de sus colecciones con el fin de implicar a la comunidad y de mantenerse al día respecto a su público".
Los museos ya no son esos lugares solo para la contemplación. Nydia Gutiérrez, curadora del Museo de Antioquia, explica que se espera que sean un espacio de encuentro y reflexión, donde se ponen temas de interés vital, social y político. "Las mismas prácticas artísticas han dejado de centrarse en el objeto y se conciben como procesos".
Les interesa la experiencia, la confrontación, el aprendizaje, aunque no el académico, porque en un museo se aprende por esa experiencia que transforma, que deja impresión en quien mira e, incluso, participa.
"Hoy los museos son lugar de conocimiento. A diferencia de los espacios tradicionales como las universidades y la escuela, aquí se produce otro tipo de conocimiento, porque la gente puede venir no solamente a conocer de arte, quiénes son los grandes maestros, la historia, sino a conocer el mundo por intermedio del arte", explica María Mercedes González, directora del Museo de Arte Moderno.
En ese sentido estos lugares invierten en tecnología, en mediación, en actividades que van más allá de una exposición, aunque conserven el eje temático de lo que se expone. Ahora importa la conversación, los talleres, la inmersión.
Para Lucía Gonzále z, directora del Museo Casa de la Memoria, y citando al filósofo alemán Gadamer, que dice que la obra de arte es una pregunta abierta al techo humano, el museo tiene que ser una pregunta. De ahí la importancia de las propuestas. Cómo un tema del pasado se pone en el presente y qué puede decir hoy. Cómo un tema del presente puede interpelar el futuro. Importa el contexto y el sentido.
Sobre la colección también hay otra mirada, si bien no se pierde su importancia por la memoria que implica. Ya no todo son objetos, se guardan registros e instrucciones de una práctica artística. "El museo hoy se debate —cuenta Nydia— entre cuidar la colección y atender las comunidades. El papel de las colecciones sigue siendo fundamental, porque guardan la memoria. Pero es claro que la memoria se lee de diferentes maneras, según el contexto".
La confrontación con el presente es la que da vida. Lucía resalta la importancia del curador, que le da sentido a un conjunto de obras —de ahora o de antes—, y con el que se debe interpelar. Es una lectura que da un sentido que conmueve, es decir, mueve al otro hacia una idea, un concepto, un sentimiento, una emoción. Hacia ese dolor, por ejemplo, de ese hombre que perdió los zapatos.
Pico y Placa Medellín
viernes
0 y 6
0 y 6
