El presidente electo de Estados Unidos, Barack Obama, no tiene tiempo que perder. Dos guerras y una creciente crisis financiera han elevado las expectativas de que anuncie pronto los puestos altos del Gobierno después de su victoria en las elecciones presidenciales del martes.
Obama, un demócrata que triunfó sobre el republicano John McCain para convertirse en el primer presidente negro de Estados Unidos, tiene una operación de transición en marcha que le permitirá revelar pronto la elección de posiciones como el secretario del Tesoro y el secretario de Estado.
Ex funcionarios gubernamentales y expertos en políticas públicas dicen que estos preparativos tempranos son tanto prudentes como necesarios considerando los desafíos que Estados Unidos enfrenta en medio de las guerras en Irak y Afganistán y la crisis económica.
"La necesidad de una transición fluida es mayor de lo que ha sido en nuestra vida política adulta", dijo William Galston, ex asesor de política doméstica del presidente Bill Clinton, que actualmente es profesor en la University of Maryland.
"Con dos guerras en el extranjero y una crisis financiera internacional en marcha, no puede haber un período en el que la nueva administración esté sólo tomando velocidad", agregó.
Algunos analistas creen que ciertos puestos, como el secretario del Tesoro, serían anunciados en pocos días tras la elección del martes y ya hay especulación sobre varios nombres.
El próximo secretario del Tesoro heredará uno de los puestos más candentes en Washington, ya que deberá hacerse cargo de guiar el paquete de salvataje económico de 700.000 millones de dólares y la reforma regulatoria necesaria para prevenir que se repita la crisis actual.
En un Gobierno de Obama, la lista corta para el Tesoro probablemente incluya al ex secretario del Tesoro Lawrence Summers, al ex presidente de la Reserva Federal Paul Volcker y a Timothy Geithner, presidente del Banco de la Reserva Federal de Nueva York.
Obama ha hablado favorablemente del inversor Warren Buffett, mientras que el economista de la University of Chicago Austan Goolsbee y el ex colaborador de Clinton en la Casa Blanca Jason Furman también figuran como posibles cartas para el próximo presidente.
Asesores en política internacional
Para el puesto de secretario de Estado, el senador demócrata de Massachusetts John Kerry, el ex diplomático Richard Holbrooke, el saliente senador republicano Chuck Hagel y el ex senador demócrata de Georgia Sam Nunn suenan como algunos de los posibles candidatos.
James Steinberg, ex colaborador de Clinton, es un gran contendiente para asesor de Seguridad Nacional. Susan Rice, otra colaboradora de Clinton, podría ser considerada para ese puesto u otro de alto nivel.
Obama también confía fuertemente en tres expertos en política exterior de su equipo de campaña que probablemente terminen en la Casa Blanca o el Departamento de Estado. Esos colaboradores son Mark Lippert y Denis McDonough, ambos ex asesores del Senado, y Ben Rhodes, su redactor de los discursos de política exterior.
Con guerras en curso en Irak y Afganistán, Obama podría considerar mantener a Robert Gates como secretario de Defensa. También podría estudiar conservar al ex secretario de la Marina Richard Danzig, un asesor cercano. La campaña de Obama está manteniendo el máximo secreto sobre el planeamiento de la transición antes de jurar como sucesor del presidente George W. Bush.
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