El jurista Javier Tamayo Jaramillo, profesor universitario, exmagistrado de la Corte Suprema de Justicia, quien recientemente fue objeto de un merecido homenaje por el Colegio de Abogados de Medellín, ha puesto a disposición de la comunidad jurídica una obra que puede calificarse, sin temor a ponderaciones exageradas, de cumbre.
Se trata de "La decisión judicial", en dos tomos de impecable edición de la editorial Diké.
No es fácil, muchas veces, la lectura de la llamada "literatura jurídica" -término que, de por sí, puede dar lugar a merecidos sarcasmos-, máxime en un medio donde abunda la publicadera compulsiva de textos como instrumento de relleno para engordar curriculum o para cumplir requisitos de acceso a doctorados o a escalafones burocráticos.
Obras jurídicas que valgan la pena salen de vez en cuando. Y esta nueva publicación del profesor Javier Tamayo cumple, íntegramente, todas las exigencias que un abogado -y más si quiere llegar a ser jurista- puede esperar de un libro guía: exhaustividad, rigor metodológico, orden y claridad conceptual, profundidad en sus planteamientos, riqueza bibliográfica y doctrinal, repaso histórico y la más actualizada doctrina contemporánea y, sobre todo, honradez intelectual.
El autor defiende con prolijidad y autoridad académica una posición jurídica, que enriquece el debate que se desarrolla no sólo en Colombia, sino también en los países de tradición legal similar a la nuestra.
En "La Decisión Judicial" el abogado encontrará filosofía del Derecho, Teoría Constitucional, Lógica Jurídica, Hermenéutica, crítica jurisprudencial. Y también, un debate de altura frente a las teorías del "Nuevo Derecho" y el "Derecho de los Jueces" tan promocionado por el catedrático Diego López Medina.
No es fácil hallar una obra colombiana de tal calado filosófico-jurídico, ni de mayor alcance intelectual. Que es, no sobra decirlo, el aporte de un jurista antioqueño, que demuestra que desde aquí se puede hacer doctrina con la mayor excelencia para el país y para la comunidad jurídica internacional.
Esta obra del doctor Tamayo, que necesita tiempo, dedicación, rigor y concentración para su lectura cabal, es un hito en la bibliografía del Derecho en nuestro país.
Invitaría a un gran optimismo sobre nuestro futuro, que ella fuese objeto de estudio no sólo por los estudiantes, abogados y juristas, sino, principalmente, por los jueces y magistrados. Es a su "producto" -la decisión judicial- al que dedica su profunda reflexión el autor.
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