La felicidad por la victoria 2-1 sobre el Pereira, sufrida por demás, resultó pasajera. Los jugadores y el cuerpo técnico del Medellín tuvieron pocas horas para desfogar la emoción, pues de inmediato empezaron a pensar en el Junior, que mañana los visitará en el Atanasio, a partir de las 8:30 p.m.
Y es que en una serie tan corta no hay tiempo para prolongar celebraciones -privilegio que sí tienen los hinchas- y eso lo saben Leonel Álvarez y sus dirigidos, que ayer por la mañana se reunieron en el estadio del Club Unión Cristiano, de Bello.
Allí comenzó a prepararse el duelo con el equipo tiburón, considerado el rival a vencer en este cuadrangular por la regularidad durante el año y la calidad de sus integrantes que en este arranque vencieron por 2-0 al Real.
El grupo principal de los rojos se movió poco, de acuerdo con las indicaciones del preparador físico William Villa. Los demás deportistas, incluido Jackson Martínez, que no podrá jugar este miércoles, por sanción, trabajaron definición un rato.
Buen augurio
Todas las miradas enfocaban a Luis Carlos Arias, quien sorpresivamente y con autorización del médico José Fernando Arango, entrenó un largo rato. "Me tomaron una rediografía y, por fortuna, no hubo fractura en el codo izquierdo que aún está inflamado. Vamos a ver si merma el dolor en los dos días siguientes".
Ante la ausencia de Jackson Martínez, Arias se convierte en ficha clave, aunque él y sus compañeros insisten en que "no podemos depender de un jugador, todos confiamos en que el que actúe lo haga igual o mejor que el suspendido o lesionado para beneficio colectivo".
El atacante de La Unión tiene analizado al Junior, del que asegura que de visitante no es tan bueno y "de ahí la necesidad de tener movilidad para aprovechar sus falencias defensivas". Pero en lo que más insiste es en jugar con paciencia e inteligencia, "como exigen las finales".
Sin pecado
Con la cordialidad que lo caracteriza, Jackson Martínez se mostró tranquilo, "porque lo que pasó (expulsión) fue sin ninguna intención".
El artillero insiste en que no hubo mala fe en la acción contra el rival, quien chocó contra su codo: "no pensé que fuera tan grave".
Chachachá está a la expectativa de la decisión de la Comisión Disciplinaria de Dimayor para conocer el castigo que podría ser de dos fechas. "Siento tristeza de no poder jugar, pero estoy tranquilo, sé que hay un buen grupo y el que entre lo hará bien".
Tampoco teme que pierda terreno en su intento de ser el goleador, pues asegura que "las cosas pasan por algo y si el trofeo va a ser para mí nada lo impedirá, solo Dios".
Pico y Placa Medellín
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