Los países reunidos en la cumbre del G8 en la ciudad italiana de L'Aquila se comprometieron a destinar 20.000 millones de dólares en tres años a combatir el hambre, lo que supone 5.000 millones más de lo previsto.
En una hoja informativa distribuida por la Casa Blanca se informa de que Estados Unidos aportará a ese total por lo menos 3.500 millones de dólares a lo largo de tres años.
"Este tipo de medidas llevaban pendiente desde hace mucho tiempo", indica la hoja informativa.
Seguridad alimentaria debe ser sostenible
En su comunicado sobre seguridad alimentaria, el G8 hace especial énfasis en que las iniciativas se lleven a la práctica de manera "sostenible" y subraya la importancia de estimular "el sector privado" en los países receptores de ayuda.
En el texto se plasma además la necesidad de acompañar la asistencia alimentaria con la "expansión del empleo" y las políticas de apoyo a "minifundistas, mujeres y familias" para diseñar una política global de asistencia.
Sobre el cambio climático
El documento suscrito antes de la clausura de la cumbre, que concluye este viernes después de tres jornadas de reuniones, hace referencia al cambio climático y recomienda la "gestión sostenible del agua, la tierra, el suelo y otros recursos naturales".
Por otro lado, subraya que la asistencia sanitaria y la educación contribuirán "a la productividad y el crecimiento económico", que traerá como consecuencia, asegura, una mejoría mayor de la nutrición y la seguridad alimentaria en los países pobres.