El tenor español Plácido Domingo regresa este viernes a los escenarios en el teatro milanés de La Scala, el mismo en el que viene actuando desde hace más de cuarenta años y donde pretende dejar atrás la operación de cáncer de colon a la que fue sometido hace más de un mes en Nueva York.
El intérprete lírico, de 69 años, volverá a subir el telón de uno de sus espectáculos a las 8:00 p.m. hora local (1:00 p.m. en Colombia) en la representación del Simón Boccanegra (1857), del compositor italiano Giuseppe Verdi, una producción que llega ahora a Milán tras pasar por importantes plazas como la Royal Opera House de Londres.
"Verdi en La Scala duplica la alegría de volver a los escenarios", comentaba el propio Domingo el pasado lunes durante un encuentro en Milán (norte de Italia) con periodistas, en el que reconoció que ha sido afortunado por la forma en la que ha podido superar el cáncer, esa palabra que, según él, "da miedo".
"He tenido mucha suerte de poder continuar mi carrera después de un poco de miedo. El de la enfermedad ha sido mi mayor triunfo", dijo el artista, quien el pasado febrero tuvo que interrumpir una actuación en Tokio por molestias en el abdomen que le llevaron a ser operado en el hospital Mount Sinai de Manhattan.
Entonces, esa intervención quirúrgica para extraerle un pólipo canceroso obligó a sus médicos a ordenarle seis semanas de reposo, tras las que, con la precisión de un reloj, el artista ha decidido no faltar a su cita con Milán en una representación que recalará el próximo 17 de julio en el Teatro Real de Madrid.
Ocho presentaciones
El Simón Boccanegra de Plácido Domingo, dirigido por el argentino-israelí Daniel Barenboim, tiene previstas ocho representaciones en La Scala, citas en las que el público milanés podrá disfrutar del mejor Verdi "para entendidos", según explican los responsables del teatro milanés en su página web.
"En sus orígenes fue un fiasco como el de La Traviata. Se han necesitado épocas más recientes y un público más maduro para hacer entrar a Simón Boccanegra en el gran repertorio" operístico, indican los responsables de La Scala.
El que supone su papel número 131, el Dogo de Génova del "Simón Boccanegra", permite además que Domingo se reencuentre con el registro de barítono, el mismo que alterna a la perfección con el de tenor, dada la gran versatilidad de su voz.
La cuestión es saber ahora si el exigente público de "La Scala" premiará la actuación este viernes de Domingo con la misma intensa y calurosa ovación que le dedicó al final del espectáculo con el que el pasado 9 de diciembre conmemoró los cuarenta años de su debut en el teatro milanés.
El tenor puede superar este viernes los veinte minutos de aplausos del pasado diciembre, confirmando que la enfermedad no ha mermado ninguna de sus facultades vocales e interpretativas y, sobre todo, que el público de Milán conserva la misma devoción por una de las mejores voces líricas de España y el mundo.