Tecnología y tarifas van por la misma ruta
Ricardo Smith
Secretario de Tránsito de Medellín
Medellín, como la mayoría de las ciudades del país, venía bastante atrasada en materia de desarrollo tecnológico asociado a la movilidad, que en el mundo se conoce como sistema ITS, por sus siglas en inglés Intelligent Transportation Systems (Sistemas Inteligentes de Transporte).
Las ciudades que ya han implementado este sistema lograron indicadores importantes de reducción de la accidentalidad, en los tiempos de viaje y, en general, los parámetros de movilidad mejoraron. Colombia, y Medellín no es la excepción, viene bastante rezagada en este aspecto y sólo basta con salir a los grandes eventos tecnológicos del transporte para darse cuenta.
Con el Alcalde Salazar decidimos afrontar, con inversión, esta realidad y como la Secretaría de Tránsito tiene un convenio con Une Telecomunicaciones para la modernización del tránsito, comenzamos a trabajar en el plan de movilidad desde la perspectiva de la tecnología aplicada a ese concepto.
Aunque la mayor atención ha estado en el tema de las fotomultas, hay muchos otros aspectos encaminados a informar a todos los actores de la vía, en tiempo real, de las condiciones de movilidad de la ciudad. La filosofía de todo esto es que un actor informado en la vía toma decisiones que ayudan a la movilidad. La primera semilla fue el montaje del Centro de Control de Tránsito, que funciona en La Alpujarra, y su impacto ahora es medible. Por ejemplo, antes teníamos un tiempo de respuesta promedio de los guardas de tránsito de 30 minutos. Ahora es menor a 20 minutos y eso es importantísimo. Nos vamos a jugar a fondo con la segunda fase de inversión tecnológica en ese Centro de Control, que consiste en el montaje de las cámaras de fotomultas, de vigilancia de tránsito, sensores de volúmenes de tráfico en puntos críticos, paneles de mensaje variable que dan información al instante a los usuarios de vía.
Los guardas tendrán comparenderas electrónicas que les permiten in situ conocer la historia del vehículo.
Esta tecnología ITS, tal como ocurre en las ciudades donde ya funciona, nos va a permitir reducir los índices de accidentalidad en un 40 por ciento y los tiempos de desplazamiento en un 20. Aquí estará presente el componente del sistema de gestión de flota del transporte público colectivo, que permite hacer un seguimiento, al detalle, de todos los parámetros operaciones del sistema.
Aparece, entonces, el tema tarifario y es fundamental reconocer que el proceso de concertación con los transportadores será vital para seguir adelante. Acordamos con ellos que el componente tecnológico se incluía en la tarifa: ellos lo recogen y nosotros lo reglamentamos. Y mientras la Secretaría invierte en tecnología, ellos lo harán en los aditamentos que necesitan para poder usarla.
La tarifa de los buses, que tiene componentes aprobados por el Ministerio de Transporte, destina una parte a la calidad, un concepto que va más allá de tener carros nuevos, para cumplir con aspectos como frecuencias de despacho, los sitios permitidos para recoger pasajeros, cuantificar el número de pasajeros diarios y la seguridad para los usuarios.
En una pantalla podemos monitorear cualquier anomalía que se presente y eso también es seguridad para los conductores y para los usuarios.
El tema es la ciudad, no sólo el transporte
Efraín Galeano Luján
Presidente Mesa de Trabajo de Transporte del Área Metropolitana
Con base en unos estudios técnicos que se realizan anualmente logramos identificar aquellos factores que deberían ser parte integral de la tarifa de transporte. Se concertaron para llegar a la fijación del precio de los pasajes en el transporte público colectivo para 2010.
Dentro de esos análisis se consideró el aspecto del desarrollo tecnológico como una necesidad para Medellín y los transportadores vimos con satisfacción el hecho de que la autoridad competente tuviera de nuestra parte los reportes de operación al instante, al momento en que se esté produciendo el hecho, y que la Administración Municipal pudiera establecer los controles que crea necesario para que la operación sea cada día mejor, en especial para los usuarios.
Dentro de ese componente de tecnología hay que resaltar el uso de GPS , que nos indica dónde están nuestros vehículos, con qué frecuencia están siendo despachados, cuáles son los puntos de mayor concentración de usuarios en las distintas rutas y cómo estamos nosotros desarrollando nuestra operación.
La concertación con la Alcaldía ha permitido identificar los puntos que se requieren para prestar un mejor y competitivo servicio de transporte. Hemos acordado que dentro de un tiempo prudencial, la Administración hará la reglamentación para darles aplicación, implementación, control y mantenimiento a los sistemas tecnológicos que se van a implementar en Medellín.
Dentro del incremento tarifario está estipulado que 20 o 30 pesos se destinarán para tal efecto. Cada empresa reportará al Municipio y éste ejercerá los controles respectivos a través de los equipos de tecnología que se van a instalar.
En otras palabras, el Municipio reglamentará las aplicaciones que las empresas haremos de la tecnología adquirida, sin posibilidades de controversia y disputa.
Atrás quedaron los momentos de las malinterpretaciones y se acabó la falta de identidad en los criterios que dieron origen al fondo de chatarrización. Éstos fueron superados cuando nos identificamos con dicha reglamentación y hubo espacio de participación y diálogo.
El proceso de chatarrización es hoy una realidad y ha superado las expectativas, porque con los cerca de 20 mil millones de pesos recaudados, poco más de 100 vehículos fueron chatarrizados y hay postulados más de 130 para 2010.
Luego, no existen temores en el gremio transportador de que los recursos que se van a destinar a la modernización tecnológica provoquen disputas y controversias, porque la reglamentación va a ser concertada con el gremio.
El parámetro de inversión en tecnología, de paso, tendrá un efecto directo en la seguridad no sólo de los conductores, sino de los usuarios. Así que resulta incompleto cualquier análisis que se haga sobre si la tarifa refleja el costo real del servicio, porque, de lejos, en los pasajes hay muchos otros aspectos que hacen parte de la llamada canasta del transporte, que no es comparable con la canasta familiar.
El mensaje que queremos dar es que el desarrollo de la ciudad no va en contravía con el desarrollo del transporte. Por el contrario, el transporte depende del desarrollo y modernización de la ciudad y a eso es que le estamos apostando.
Cuando un usuario se sube a un bus y paga su pasaje está haciendo una inversión en tecnología y en calidad de vida.
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