La Confederación General del Trabajo (CGT), una de las principales centrales obreras del país, le envió el pasado miércoles una carta al Presidente de la República, Álvaro Uribe Vélez, en la cual plantea el clamor de los trabajadores para que haya un aumento del salario mínimo que sea racional y justo.
Tras el rompimiento de las negociaciones en la Comisión de Concertación Salarial, el nuevo salario mínimo para 2010 será fijado por decreto.
El secretario General de la CGT, Julio Roberto Gómez, le dice al Presidente Uribe que "teniendo en cuenta la proximidad de la expedición del decreto que incrementará el salario mínimo legal, la Confederación General del Trabajo comedidamente se permite solicitarle que dicho incremento esté por encima del 3,0 por ciento ofrecido por la Viceministra de Hacienda en la Comisión de Concertación y también por encima del 3,2 por ciento ofrecido por el sector empresarial".
El dirigente sindical le dice al Presidente que "lo ideal hubiera sido concertar el monto en la Comisión. Sin embargo, como esto no fue así, la CGT acude a la sensibilidad social del señor Presidente de la República para que dicho incremento haga un mínimo de justicia con la clase trabajadora que trata de sobrevivir con el magro ingreso que representa el salario mínimo legal".
Por último, le pide al Presidente que el Gobierno nacional avale el Acuerdo suscrito entre las centrales obreras y los gremios de la producción el 17 de diciembre, es decir, el mismo día en que las partes se levantaron de la mesa sin lograr un acuerdo sobre salarios.
Inflación menor al 2,0%
El ministro de Hacienda, Oscar Iván Zuluaga, dijo el miércoles que la inflación en este año podría ser inferior al 2,0 por ciento y dijo que el decreto sobre el aumento del salario mínimo se dará a conocer inexorablemente antes del 31 de diciembre.
Según Zuluaga, para fijar el salario mínimo se debe tener en cuenta "la inflación de este año, que puede estar inferior al dos; la inflación proyectada para el año entrante, que la Junta del Banco de la República la ha definido en el 3,0 por ciento y el índice de productividad, que fue negativo y que no estaría disminuyendo las pretensiones en materia salarial".
Pedían aumento del 8,0%
Las centrales obreras CUT (Central Unitaria de Trabajadores), CTC (Confederación de Trabajadores de Colombia), CPC (Confederación de Pensionados de Colombia) y CGT (Confederación General del Trabajo), mediante comunicación conjunta enviada al ministro de Protección Social, Diego Palacio Betancour, el pasado 9 de diciembre, sentaron su posición sobre el aumento y dijeron que "la petición modesta de las centrales, de un aumento del 8,0 por ciento, apenas recobra parte del poder adquisitivo perdido y mejora mínimamente la capacidad de compra, factores sin los cuales no podrá haber reactivación del mercado interno".
También pedían eliminar los reajustes mensuales de los precios de los combustibles y hacer solo un reajuste anual con base en la inflación causada y plantearon la necesidad de establecer un sistema tarifario redistributivo para que los ajustes a las tarifas de los servicios públicos, sin que excedan el 50 por ciento de la inflación causada para los estratos 1, 2 y 3.
El mismo pedido, en el sentido de que los aumentos no excedan el 50 por ciento de la inflación causada, fue planteado para las tarifas de los peajes y para las tarifas de transporte público.
Y el Presidente Uribe les respondió a estas peticiones cuando dijo que "ojalá se pueda hacer algo equitativo en favor de los trabajadores colombianos en este momento difícil de la economía".
Y agregaba: "El año pasado (2008) fue el único año en el cual no pudimos aumentar el salario mínimo por encima de la inflación, por esas circunstancias tan penosas de la economía colombiana".
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