Los viajes al espacio constituyen una de las muestras de la gran capacidad de hombre de trascender del universo de la fantasía a la realidad.
Y el transbordador fue la continuación de esa increíble posibilidad, en el año 1992, cuando el mundo aún miraba con tristeza al firmamento donde se perdió el Challenger.
Entonces, el Endeavour fue la esperanza, el regreso y una nueva forma de volver a explorar el universo.
Esta, su misión número 25, que tendrá una duración de 16 días, es la última, con el viaje emprendido el pasado lunes se cierra una etapa de conocimiento y aventura para descubrir los secretos del espacio.
Que la investigación no se detenga y que desde su espacio en el museo, el Endeavour sea una muestra de la capacidad de asombro del hombre.
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