Desde la noche de este jueves primero de agosto se suspendieron indefinidamente las negociaciones entre los mineros tradicionales y el Gobierno Nacional al no haber acuerdo entre las partes frente a un pliego de peticiones presentado por el sector minero.
Pese a que el presidente de la Confederación Nacional de Mineros de Colombia (Conalminercol), Ramiro Restrepo, presentó un último pliego reducido de 15 a cuatro puntos, el Gobierno llegó con una contrapropuesta que, según el líder gremial, los mineros debían “tomar o dejar”. Tal situación los obligó a pararse de la mesa.
Los cuatro ejes temáticos del pliego minero consisten en la no aplicación del decreto 2235, la creación de unas áreas especiales para comunidades ancestrales, la expedición de un nuevo decreto de actualización y legalización y la expedición de unas guías mineros ambientales para que los mineros informales puedan formular sus propios planes de cumplimiento ambiental y autorizar a las corporaciones autónomas para recibir y avalar esos planes.
A juicio de Restrepo la contrapropuesta del Gobierno tiene algunas cosas que son inadmisibles pues dicen que aceptan la itinerancia, pero hacia atrás. Es decir, que si a un minero lo legalizan en determinada área cuando termine de explotar se tiene que dedicar a otra actividad, porque no aceptan que se mueva para otro lado. "Lo que el Gobierno pretende es que se acabe la minería tradicional en el país, que los ancestrales solo puedan realizar su actividad hasta cierto límite".
Otro punto en el que no se llegó a acuerdo es el de la temporalidad. El Gobierno dice que para poder aspirar a legalizar el área los mineros deben demostrar con documentos técnicos y comerciales una tradicionalidad de por lo menos 13 años.
Restrepo afirmó que ahora retornarán a sus sitios de origen para replantear con sus bases la propuesta y mirar qué pasos van a seguir. Además, aseguró que continuarán con la protesta.
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