Ciento cinco tapas de contadores del acueducto elaboradas con plástico, entre las instaladas a un millón de usuarios del servicio de EPM en todo el Valle de Aburrá, no fueron objeto de robo pese a estar ubicadas en los sectores en que suelen desaparecer de las aceras.
Es la primera conclusión de la utilización de estas tapas en el marco de una prueba piloto que busca desestimular el robo, ya que en el año se hurtan entre 1.200 y 1.300 de las tradicionales, elaboradas en hierro dúctil, para comercializarlas como material de reciclaje, según explica el jefe de la unidad de Operación, Mantenimiento y Provisión Aguas EPM, Fernando Cálad Chica.
El funcionario revela que la empresa adelanta la etapa final de la evaluación con el propósito de abrir la posibilidad de que las tapas actuales sean reemplazadas por tapas plásticas que sean igual de funcionales y de paso sirvan para evitar los robos.
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