Con la lengua afuera y la camiseta empapada de transpiración. Así empezó su carrera en Envigado Lucas Ponfil.
El último refuerzo del elenco envigadeño llegó a vestirse de naranja casi de casualidad. Iba para el América de Cali, pero como se llenó el cupo de extranjeros, le tocó buscar espacio en otro lado.
"Estoy contento de llegar a Envigado, veo que tiene mucha gente de experiencia y quiere jugar buen fútbol. Soy un volante de recuperación, pero que le gusta jugar con el balón, entregar bien. Veremos los resultados", dice Lucas, quien recién cumplió 22 años en enero.
El volante hizo toda la carrera como juvenil en las divisiones inferiores de Boca Júniors, pero no tuvo espacio en el equipo profesional, por lo que emigró hacia Portugal. "Fue una mala experiencia, no era lo que había pensado. Pero el fútbol me da una nueva oportunidad", explica Ponfil, apodado el Huevo, casado y con una hija de tres meses. Esta semana estampó su firma para convertirse en jugador naranja por todo el 2009.
Ponfil sabe que tiene que ganarse el puesto, que adelante suyo están Juan Fernando Leal y Álex Orrego. "Pero vengo a dar la pelea".
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