Es un truco común en las películas de cine, pero que a 4.000 metros de profundidad un animal suelte bombas verdes luminiscentes para escapar a sus depredadores, no es nada usual.
Sí, en el fondo marino se encontró un grupo de bombarderos verdes, siete especies de gusanos marinos no conocidos hasta ahora que liberan partes de su cuerpo que producen una brillante luminiscencia verde.
El trabajo, a cargo de científicos del Scripps Institution of Oceanography en la Universidad de California en San Diego, fue reportado en Science.
Estos anélidos de 18 a 93 milímetros fueron hallados mediante vehículos a control remoto a profundidades entre 1.800 y 3.700 metros. La primera de esas especies fue denominada Swima bombibiridis , en honor a su habilidad para nadar y las bombas verdes que produce.
Karen Osborn, líder del grupo, resaltó que no se trata de criaturas escasas, pues se encontraron por cientos. Lo que sucede es que llegar a esas profundidades no es asunto sencillo por lo que la vida entre los 1.000 y 4.000 metros es de las menos estudiadas, según el profesor Greg Rouse, co autor del estudio.
Son animales transparentes, excepto en la región estomacal, gusanos que se impulsan con decenas de pelos que forman una especie de remos.
Cada una de las especies posee una variedad de elaborados apéndices en la cabeza, de los cuales cinco están equipados con estructuras luminiscentes, las bombas, que son esferas llenas de un fluido que súbitamente estalla en una luz cuando son liberadas por el animal, que destellan con intensidad por varios segundos antes de desvanecerse lentamente.
Debido a las luces del sumergible, no pudieron ser vistos lanzando sus bombas en su hábitat si no tras su captura.
Se especula que las bombas son empleadas por ellos como un mecanismo defensivo contra potenciales depredadores, pero se necesitarán más estudios para entender el proceso.
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