Una enfermera que estaba trabajando en el hospital Doce de Octubre de Madrid cuando fue asesinado el narcotráficante colombiano Leónidas Vargas aseguró este jueves que vio a uno de los acusados, presuntamente el autor de los disparos, y que le oyó decir que "ya" lo habían hecho.
"Ya lo hemos hecho, ya lo hemos hecho, ya nos podemos ir", es lo que escuchó la mujer decir al acusado mientras iba hablando por teléfono por un pasillo del centro médico.
La enfermera, que este jueves declaró en el juicio que se celebra en Madrid por el asesinato de Vargas, explicó que se trataba de un hombre de piel morena y 1,70 metros de altura.
La mujer reconoció luego al hombre en una fotografía ante la policía.
Leónidas Vargas, conocido con los alias de "Patas de Alicate", "El Viejo" o "El rey de la amapola", jefe del cartel del Caquetá y considerado en su momento testaferro del cartel de Medellín, murió tiroteado el 8 de enero de 2009 en la habitación del hospital madrileño, donde estaba ingresado.
Ese día dos personas entraron en la habitación hospitalaria en la que había dos pacientes, uno de ellos dormido, y preguntaron al que estaba despierto si él era Leónidas.
Al responder este negativamente, una de las personas desenfundó un arma con silenciador y disparó cinco tiros al hombre que dormía.
Otra enfermera del hospital que también prestó declaración este jueves explicó que cuando llegó a la habitación "estaba el paciente sin pulso, con tres o cuatro disparos".
Siete personas -cinco colombianos, un rumano y un venezolano- son juzgadas desde el pasado lunes en la Audiencia Provincial de Madrid, con jurado popular, por el asesinato de Vargas y se enfrentan a penas entre 5 y 28 años de cárcel.
El presidente del tribunal de la sección tercera informó este jueves de que el compañero de habitación del narcotráficante, cuyo testimonio era uno de los más esperados en esta vista oral, ha fallecido.
En la vista de este jueves también declaró una mujer que estaba en el hospital visitando a un familiar enfermo y a quien, según confirmó ante el tribunal, uno de los acusados le dijo que habían matado a alguien "ahí detrás".