Tuvo un par de horas para empacar, despedirse de sus hermanos, su novia y el viejo Antonio. El paso de Yulián Mejía al fútbol de Argentina fue tan rápido como su mente al momento de pensar una asistencia.
El chico del barrio El Salvador, de solo 22 años, viajó anoche a Argentina para concretar su vínculo a un grupo de empresarios, que lo pondrían en Racing de Avellaneda. "Sé que negociaron el 80 por ciento del pase, y voy para hacerme los exámenes. De club aún no sé, pero claro que me gustaría jugar en un grande", explicó el volante, quien ayer entrenó por última vez con Envigado. Allí se despidió de Pedro Sarmiento y los compañeros con los que compartió los últimos dos años.
"Me agarró por sorpresa, porque creía que iba a estar con Envigado seis meses más. Pero gracias a Dios se da esta oportunidad, que es el sueño de todo jugador cuando joven", explicó Mejía, que le agradeció a Envigado, y apenas si tuvo tiempo de empacar para cumplir el sueño.
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