El éxito de una entidad tiene una relación estrecha con las personas que la conforman y su calidad humana, de allí que la estructura y solidez de JFK también sea resultado de cada uno de sus colaboradores, quienes día a día se esfuerzan por brindar el mejor servicio y fomentar el desarrollo de una comunidad de la que también forman parte.
Es así como con una filosofía clara de inclusión y equidad social, netamente comunitaria, nació en Medellín hace cerca de 57 años, JFK Cooperativa Financiera y fue en esta ciudad en la que sus aportes y visión solidaria comenzaron a impactar positivamente a las comunidades antioqueñas. Actualmente cuenta con 40 agencias estratégicamente ubicadas: 18 en Medellín y Área Metropolitana; 7 en el Oriente antioqueño y 15 en Bogotá, desde donde se planea continuar la expansión y aumentar sus más de 164.000 asociados, ahorradores y clientes.
Su diferencial radica en brindar servicios crediticios y de ahorro a segmentos de estratos populares que no cuentan con facilidades para acceder a otro tipo de entidades financieras. “Somos especializados en productos de crédito y ahorro. En crédito, ofrecemos la modalidad de consumo, cartera comercial y microcrédito dirigido a personas naturales. Nuestro fuerte es la cartera de consumo. En cuanto a productos de ahorro ofrecemos el producto de ahorro disponible, CDT y ahorro programado, además, por ser Cooperativa, las personas pueden asociarse a través de sus aportes sociales y obtener grandes beneficios como auxilios por solidaridad, educativos, eventos gratuitos, entre otros”, explica Luisa Fernanda Cardona Ochoa, Subgerente Financiera de la Entidad.
Un reto a la solidaridad
El año 2020 representó un gran desafío para la cooperativa, aunque su solidez financiera le permitió ser un actor fundamental en medio de la crisis. A través de beneficios y auxilios para sus asociados cercanos a los $24.000 millones, pudo tenderles la mano y darles un respiro a aquellos que enfrentaron dificultades económicas como consecuencia del impacto de la covid-19, además de los otros auxilios otorgados por otras razones.
“La pandemia nos llevó a reformular la manera de llegarle a nuestros clientes porque entendimos que la única manera de mantenerse y salir adelante era brindando nuestros servicios y productos de una manera más cercana, asumiendo el rol que nos corresponde. Logramos transformar esa situación de crisis y revertimos los índices de cartera vencida, logrando disminuirla a un dígito y alcanzar un final de 2020 bastante positivo en términos de estructura y solidez financiera”, señala Cardona Ochoa.
El año pasado, la entidad destinó $65.000 millones para las comunidades, recursos que fueron invertidos en donaciones, tanto en insumos físicos como en auxilios de matrículas, seguridad alimentaria y manutención de estudiantes de colegios y universidades, regalos de Navidad para 54.000 asociados, kits estudiantiles para población vulnerable y eventos virtuales, como conciertos, cursos y capacitaciones, para toda la familia a lo largo del año.