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Chile aprendió lección de 2010 y vence al sismo
Ciudadanos creen que la tragedia pudo ser peor ante la fuerza del evento y poca profundidad.
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FOTO AFP
18 de septiembre de 2015
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En otro país, un terremoto de 8,4 grados, al nivel superficial que ocurrió (11 kilómetros), y ubicado en el mar, por lo que implicaba ir acompañado de un Tsunami, probablemente hubiera sido mucho más destructivo. En este sentido, los ciudadanos de Chile amanecen orgullosos por poder decir que su nación es mucho más resiliente y que aprendió de las tragedias pasadas, hecho por el que un sismo tan fuerte no significó un saldo mortal peor.
El último reporte de la Oficina Nacional de Emergencia del Ministerio del Interior (Onemi), registró 11 muertos, 9 heridos, 610 damnificados, 428 albergados, 175 viviendas con daños mayores y 288 con daños menores. La región más golpeada, por supuesto, fue Coquimbo, con su localidad de Canela Baja como la más cercana al epicentro del evento (a 42 kilómetros), y sus costas amaneciendo considerablemente afectadas y destruidas.
La presidenta Michelle Bachelet se dirigió a la zona para evaluar los daños, después de cancelar todas las celebraciones oficiales por el día nacional (18 de septiembre).
“Como gobierno vamos a suspender todas las actividades festivas. Sin embargo, vamos a participar en algunos eventos rituales y acordes a esta situación. Veremos qué otras medidas tomaremos”, afirmó la mandataria desde el Palacio de La Moneda. Horas después, y al ver en terreno la destrucción que dejó el sismo y posterior Tsunami sobre las costas, Bachelet declaró el estado de emergencia para toda la IV Región (Coquimbo).
Un susto
Los chilenos agradecen que el fenómeno telúrico no representó una tragedia peor, a pesar de que tuvo todas las condiciones para serlo y así, por lo menos, lo sintieron a las 19:54 horas del 16 de septiembre.
“Por fortuna estaba jugando fútbol en una cancha a la intemperie, porque el terremoto fue muy duro. Llegamos a pensar que las rejas del sitio iban a caer sobre nosotros porque se movían mucho. Además de ser muy intenso duró tres minutos, fue más duradero que el de 2010. Eso generó incertidumbre, pero estamos calmados en Santiago al saber que no hubo mayores daños”, relató el periodista Javier García, desde la capital chilena, a EL COLOMBIANO.
¿Y en las costas centrales del país cómo se sintió el evento telúrico? “Al momento de la sacudida, las autoridades emitieron una alerta de evacuación. Todo el mundo salió de sus casas y apartamentos ante el miedo de réplicas o un Tsunami. Por fortuna, la situación no empeoró y hubo una respuesta rápida. Personalmente no sentí el terremoto tan fuerte, me imagino que en Coquimbo debió haberse sentido mucho peor que aquí en Valparaíso”, señaló Marcos Moraga, jefe de prensa de las Escuelas de Rock de la segunda ciudad más importante del país.
¿Un respiro político?
A pesar de las 11 muertes que se cuentan al cierre de esta edición, los chilenos coinciden en que el país venció al sismo y no sucumbió ante su fuerza de más de ocho grados Richter. ¿Es esto un logro de la administración Bachelet y sus medidas para preparar a la nación tras desastres como el de 2010?
“Desde el terremoto de Cauquenes, el gobierno preparó al país y sus edificaciones para soportar fuertes sacudidas. Los esquemas de evacuación son mucho más eficientes ahora y están en alerta. Sin duda, Bachelet tiene parte en estos logros”, afirmó García.
Héctor Soto, columnista del diario La Tercera, consideró por su parte que “este terremoto cogió al gobierno en una coyuntura de críticas en su contra por temas como las reformas educativa y tributaria, la corrupción y una sensación de vacío de poder. Esta emergencia le permite a ella reaparecer mediáticamente y reposicionarse. Pero creo que más que del gobierno, el triunfo ante este sismo es del país entero, que se mostró resiliente y más preparado”.
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