Un grupo de 17 países de América y el Caribe reunidos en Lima para tratar la situación de Venezuela reafirmaron que esa nación “ya no es una democracia” y que “los actos que emanen” de su Asamblea Constituyente “son ilegítimos”.
Así lo declararon el bloque de países en la capital peruana, e incluyeron el reconocimiento de la Asamblea Nacional como único órgano legítimamente elegido en Venezuela, mientras condenaron la violencia y la violación de los derechos humanos.
El grupo de cancilleres, entre los que estaba la colombiana, María Ángela Holguín, también decidió no apoyar las candidaturas venezolanas en mecanismos y organizaciones regionales e internacionales, e hizo un llamado a detener la transferencia de armas hacia ese país.
A lo anterior se sumó una condena conjunta a “la ruptura del orden democrático” y al hecho de que el país vecino ya no cumple con los requisitos ni obligaciones de los miembros del Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
A los cancilleres también les preocupa que el Gobierno de Nicolás Maduro no permita el ingreso de alimentos y medicinas. Entretanto, los diplomáticos pidieron continuar la aplicación de la Carta Democrática Interamericana a Venezuela en el seno de la OEA y apoyaron al Mercosur en su decisión de suspender a Venezuela del órgano regional.
Los cancilleres seguirán vigilantes a la situación “hasta el pleno restablecimiento de la democracia en ese país”, y se reunirán a más tardar en la próxima sesión de la Asamblea General de la ONU (en septiembre), “oportunidad en la que podrán sumarse otros países”.
