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Veto de Trump, ¿una estrategia de miedo y mentiras?
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Desde 1970, Estados Unidos ha acogido a 3,2 millones de refugiados. FOTO REUTERS
31 de enero de 2017
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El veto declarado en Estados Unidos a siete países musulmanes ha desatado una oleada de protestas hacia el entrante presidente, Donald Trump. Estudios y analistas indicarían que las razones esgrimidas para esta decisión no tendrían peso de fondo.
Los siete países a cuyos ciudadanos se les restringió la estrada y salida del país del norte -Irak, Irán, Diria, Yemen, Libia, Somalia y Sudán- no reportan una sola muerte violenta de ciudadanos norteamericanos en más de 40 años de estadísticas recogidas por el Instituto Cato, que desde 1977 se encarga de elaborar estudios sobre los derechos humanos y a la libertad en el mundo.
En cambio, los otros tres países, que no fueron vetados y componen ese ‘vecindario’ en medio oriente, presentan estadísticas distintas. Arabia Saudita reporta un total de 2.369 ciudadanos asesinados (a esta nación se le cuentan los fallecidos en el ataque a las torres gemelas), los Emiratos Árabes reportan 314 y Egipto, 162.
¿A qué se debe esta excepción? medios de comunicación como The Washington Post descubrieron un conflicto de intereses entre estas naciones y el magnate presidente. Según citan, la organización Trump tendría multimillonarios contratos de licenciamiento y desarrollo en estos países libres del veto.
El Post encontró ocho compañías registradas por las empresas del presidente relacionadas a la construcción de hoteles, poco después de lanzar su campaña en agosto de 2015.
Asimismo, en los últimos años han quedado plasmados los anuncions de multimillonarias inversiones de la organización Trump para construir elegantes vecindarios y diversas propiedades en sitios como Dubai.
Los peligros del veto
Analistas internacionales se han mostrado preocupados por lo que conllevaría el veto para la lucha contra el Estado Islámico. Según recoge la cadena Al-Jazeera, Trump decidió vetar al aliado más importante para enfrentarlos: Irak. Ahora, este país está considerando retaliaciones contra la decisión, vetando a los estadounidenses de entrar a su país, colocando la cruzada de Estados Unidos en medio oriente en gran peligro.
¿Racismo religioso?
Las palabras del presidente en distintas cadenas cristianas, según las cuales se priorizará a los refugiados cristianos, han indignado a una enorme cantidad de ciudadanos estadounidense, un país caracterizado por su multiculturalidad.
Así lo recalca el senador demócrata Chris Murphy, quien reconoció que Estados Unidos es el principal causante de estos refugiados, pues sus países han sido bombardeados en las campañas contra el terrorismo. “Bombareamos tu país, creando una pesadilla humanitaria y ahora de vamos a dejar atrapado. Eso es una película de terror, no una política extranjera”, consideró en su Twitter.
Asimismo criticó Glenn Greenwald, columnista del diario The Intercept: “La simple idea de determinar quién merece ser acogido por sus creencias religiosas, es de un fanatismo del más puro”.
Estadísticas desacreditan el veto
Con las medidas tomadas después del once de septiembre, estudios revelan que la posibilidad de que un ciudadano estadounidense sea asesinado por un extranjero o refugiado, en un ataque terrorista en este país, es de 1 en 3,6 millones.
De hecho, de los 784.000 refugiados que Estados Unidos ha acogido en los últimos 15 años, tres fueron arrestados por participar en actividades terroristas, reportó el Instituto Cato.
Asimismo, de los 3,2 millones de refugiados acogidos por estados unidos desde 1975, 20 de ellos participaron en complots terroristas. Esto es un porcentaje del 0,00062%.
Distintos medios han hecho eco de que son los blancos los causantes de la mayor cantidad de muertes de estadounidenses por actos terroristas en sueño norteamericano. Esta estadística incluye a la gran cantidad de casos de asesinos en serie que han sacudido al país del norte desde hace años.
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