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El Papa Francisco convocó a todos los jefes de la conferencias episcopales del mundo para una cumbre extraordinaria que busca prevenir los abusos sexuales por parte del clero en la Iglesia Católica. El evento se llevará a cabo en febrero del próximo año, del 21 al 24 de ese mes, y fue anunciado de manera oficial por el Vaticano.
El llamado se hizo ayer, después de que el Santo Padre se encontrara con el Consejo de Cardenales para conocer las conclusiones del encuentro que este grupo realizó durante los últimos tres días. Según explicó vicedirectora de la oficina de prensa del Vaticano, Paloma García Ovejero, el objetivo de este encuentro mundial será “hablar de la prevención de abusos a menores y a adultos vulnerables”.
La noticia se da días después de que el Papa Francisco fuera acusado de encubrir los abusos sexuales perpetrados por el cardenal norteamericano Theodore McCarrick. Hasta ese momento, su respuesta a esas acusaciones fue: “El silencio es la única forma de combatir el escándalo”. McCarrick se encuentra destituido.
Estas acusaciones fueron hechas por el arzobispo Carlo Maria Vigano, exnuncio Vaticano en Washington, quien publicó el pasado domingo 26 de agosto una carta en la que señaló que “la corrupción alcanzó la cima de la jerarquía de la Iglesia” e, incluso, pedía la dimisión del Papa por este hecho. También se han presentado denuncias recientes de abusos en Chile y Alemania. Según informó ayer el Vaticano, “ los cardenales expresaron su plena solidaridad al Papa Francisco por lo sucedido en las últimas semanas”.
El vaticanólogo Hernán Olano lee este llamado en el marco de las declaraciones del Papa en el pasado Encuentro Mundial de las Familias “ya que la familia ha sido la primera afectada con este tipo de violaciones y abusos. Desafortunadamente, ha habido una pérdida de confianza”.
Olano explica que este hace parte de la política de tolerancia cero del Papa a los abusos, pero asevera que Francisco “debe mostrar conclusiones contundentes para que los llamados a la vocación sacerdotal, a la vida consagrada y quienes están en ella tengan el adecuado discernimiento para retirarse en caso de no contar con la gracia suficiente para adelantar su labor dentro del celibato y la castidad”, aspectos propios de la su condición eclesial.
Por esto, el anuncio que hace el Sumo Pontífice de la cumbre mundial para prevenir el abuso sexual se entiende como la respuesta que da, como líder de la Iglesia, a la crisis que se desató en esta institución debido a las constantes denuncias de abusos sexuales. Una situación que marca su pontificado, que cumplió cinco años.