Las presidenciales en Kenia, convocadas tras la invalidación de la reelección de Uhuru Kenyatta en agosto pasado, se celebrarán este jueves, aunque la oposición pida lo contrario, alegando que no hay condiciones.
La Corte Suprema de ese país africano, la misma que declaró inválidos los pasados comicios, decidió que los de hoy no se pospondrán, aunque era el pedido de los opositores para darle tiempo a la Comisión Electoral de reformarse y así persuadir a su líder, Raila Odinga, de regresar a la contienda luego de renunciar.
No obstante, Odinga, que ha sido derrotado en las urnas en tres ocasiones (1997, 2007, 2013), le pidió a sus seguidores que hoy no salgan a votar, lo que produce temor de que se produzcan desórdenes. De hecho, un grupo de relatores independientes de la ONU alertó ayer que los derechos humanos y las libertades fundamentales de todos los kenianos estaban “en grave riesgo”.
“Estamos alarmados por las recientes denuncias de amenazas, intimidación, declaraciones inflamatorias y violencia que contribuyen a un contexto político hostil en el marco de la repetición de las elecciones presidenciales mañana”, expresaron en un comunicado.
Cabe anotar que los conflictos étnicos de larga data han permeado las elecciones kenianas desde que el país es independiente (1964), conduciendo a fuertes episodios de violencia que solo en las elecciones de 2007 dejaron 1.300 muertos y 600.000 desplazados.
El origen de esto son las disputas entre el actual presidente, Uhuru Kenyatta, de la etnia mayoritaria Kikuyu, y de Odinga, del grupo étnico Luo Odinga, el segundo más grande y con fuertes críticas a su supuesta marginación del poder. Esta división llevó a que en las elecciones del pasado agosto se registraran al menos 40 muertos y centenares de heridos. Un escenario similar hoy llevaría a pensar que esa nación no ha logrado la transición democrática.
