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Los países siguen sin cumplirle al ambiente

Las condiciones del calentamiento del planeta no mejoran y sus efectos ya pesan en la cotidianidad.

  • El secretario general de la ONU, António Guterres, y el secretario de la OMM, Petter Taalas. FOTO EFE
    El secretario general de la ONU, António Guterres, y el secretario de la OMM, Petter Taalas. FOTO EFE
Los países siguen sin cumplirle al ambiente
12 de marzo de 2020
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Si bien 2019 fue un año récord para el deterioro climático, posicionándose como el segundo más cálido en la historia desde que se tienen datos, 2020 no empezó mejor: tuvo el enero más caluroso del que se tenga registro.

Los efectos se han sentido en todo el planeta y ya empiezan a ser devastadores. La epidemia de dengue que azota a Colombia, Brasil, México y Nicaragua; la pérdida del 70 % de los cultivos en el Corredor Seco (que comprende una larga franja del Pacífico entre México y Panamá); y las inundaciones en Argentina y Uruguay, son apenas algunas de las consecuencias que advierte la Organización Meteorológica Mundial (OMM), adscrita la ONU, en su informe sobre el Estado del Clima Mundial, publicado este miércoles.

Petteri Taalas, secretario general de la OMM, advirtió durante la presentación del documento que “las concentraciones de gases de efecto invernadero, particularmente CO2, continúan aumentando. 2019 terminó con una temperatura promedio global de 1.1 °C por encima de los promedios preindustriales estimados (ver gráfico), solo superada por el récord establecido en 2016”.

En ese orden de ideas, señaló Taalas, la temperatura es un indicador del cambio climático en curso y está ocasionado que “los niveles del mar estén aumentando a un ritmo cada vez mayor, por el calentamiento de los océanos, tanto en la superficie como en las profundidades, y a través del derretimiento mejorado del hielo de Groenlandia y de los glaciares, exponiendo las áreas costeras e islas a un mayor riesgo de inundación y la inmersión de áreas bajas”.

Igualmente, las olas de calor sin precedentes, combinadas con períodos largos de sequía, ocasionaron incendios forestales de magnitudes insospechadas, como ocurrió en Australia, Siberia y otras regiones del ártico.

De hecho, más allá de las cifras, el cambio climático ya modifica drásticamente la cotidianidad de las comunidades y su calidad de vida. “Los efectos de las sequías plurianuales en la migración interna y transfronteriza de las poblaciones, una mayor exposición de la población mundial a los riesgos para la salud debido al calor y la contaminación, y reducción del crecimiento, especialmente en las economías en desarrollo, debido al aumento de las temperaturas y las condiciones climáticas extremas, son otros de los daños que hacen visible el cambio climático”, concluyó Taalas.

Por su parte, el secretario general de la ONU, António Guterres, sentenció que “se nos acaba el tiempo para evitar los peores impactos de la alteración del clima y proteger a nuestras sociedades de los inevitables problemas por venir. La ciencia nos dice que, incluso si tenemos éxito en limitar el calentamiento a 1,5 °C, enfrentaremos riesgos significativamente mayores para los sistemas naturales y humanos”.

Pero el informe de la OMM muestra que 2019 fue incluso 1,1 °C más cálido que la era preindustrial y que el planeta está muy lejos de cumplir el objetivo de solo aumentar entre 1,5 y 2 °C, que quedó trazado en el Acuerdo de París. “Necesitamos reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 45% desde los niveles de 2010 para 2030 y alcanzar las emisiones netas cero para 2050. Y para eso, necesitamos voluntad política y medidas urgentes para establecer un camino diferente”, añadió Guterres.

El ojo sobre los océanos

Como parte del complejo panorama que ocasiona la temperatura en la biosfera, el calentamiento de los océanos también batió récords y produjo olas marinas de calor generalizadas. La calidez del agua, la acidificación y la desoxigenación han tenido efectos nocivos en las especies marinas y los arrecifes de coral.

De acuerdo con el informe, el contenido calorífico de los océanos alcanzó una profundidad de 2 kilómetros. Esto contribuye en un 30 % a la subida del nivel del mar a raíz de la expansión térmica del agua marina.

El biólogo Ove Hoegh-Guldberg, citado en el informe, explica que, además, la temperatura del agua altera las corrientes oceánicas e, indirectamente, modifica la trayectoria de las tormentas y provoca la fusión de las plataformas de hielo flotantes. En consecuencia, los océanos se han vuelto más ácidos y las aguas han perdido oxígeno, lo que junto al calentamiento de puede entrañar cambios drásticos en los ecosistemas marinos y amenazar el bienestar de las personas que dependen de ellos.

Además, insiste el documento “según las previsiones, con un calentamiento de 1,5 °C los arrecifes de coral ocuparían entre un 10 y un 30 % de su cobertura anterior, y ese porcentaje se reduciría a menos del 1 % si el calentamiento fuera de 2 °C”.

Tanto pesan esas circunstancias en la vida de la gente, que ya no solo la guerra atemoriza y exilia. En 2019, 7 de cada 10 millones de nuevos desplazamientos internos obedecieron a desastres meteorológicos .

Infográfico
2
grados °C es el límite máximo de calentamiento previsto en el Acuerdo de París.

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